Muchas veces, las empresas tienen demasiados indicadores, algunos estratégicos, operativos y gerenciales, pero en los sistemas que no están correctamente estructurados, puede llegar a evidenciar un indicador de ventas por mes proveniente de un Excel y otro indicador de facturación de pieza por mes de un ERP. Al ser de fuentes diferentes, es posible que las piezas por mes que presenta ventas no sean iguales a las piezas por mes que tiene administración. El árbol de indicadores es una herramienta de gestión por resultados que puede brindar una solución efectiva para medir los objetivos desde una misma fuente de datos.
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El árbol de indicadores viene a cumplir el propósito de desarmar la fórmula para empezar a conectar el indicador estratégico con el indicador operativo y con la variable de medición, la cual debe proceder de un mismo lugar. Esto se produce porque dicha variable debe partir de una fuente única de generación de datos, por lo que una producción de piezas por mes debería extraer ese dato específico de la máquina o del responsable que aprueba la gestión de calidad.
No obstante, hoy en día no sucede así, ya que las empresas que no cuentan con una estructura correctamente montada, los datos que provienen de distintas fuentes generan indicadores totalmente distintos, y por lo tanto, imprecisos. En este artículo, buscamos entender el concepto de árbol de indicadores, su función principal y cómo se vincula con los objetivos estratégicos.
Un árbol de indicadores es un poderoso método de visualización que permite dividir los objetivos de una organización en resultados más granulares y KPI (indicadores clave de rendimiento) o métricas relevantes para rastrear esos resultados utilizando una jerarquía clara. Los árboles de indicadores también te permiten visualizar relaciones complejas, conflictos e interdependencias dentro de una empresa.
La mayoría de los objetivos estratégicos son resultados de alto nivel. Es muy difícil estar de acuerdo con total confianza en lo que se debería medir, por ejemplo, el contenido de piezas por mes del proceso, como una forma de ofrecer el costo más bajo de producción para todos los fabricantes, a menos que comprendas con precisión cómo se relaciona un determinado objetivo estratégico con los indicadores.
La relación que existe entre los árboles de indicadores y los objetivos organizacionales consiste en que estas métricas permiten convertir los objetivos estratégicos en indicadores clave de rendimiento significativos.
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Las mismas variables de un árbol de indicadores se pueden utilizar para montar fórmulas distintas que te proporcionen indicadores distintos, que básicamente te harán ver desde distintas perspectivas una misma información. Entonces, puedes visualizar la cantidad de unidades vendidas por mes, la cantidad de unidades facturadas por mes, o bien la cantidad de unidades producidas por mes.
Pero fundamentalmente, la unidad que produces en algún momento la vas a comercializar y en algún momento la vas a facturar. Por consiguiente, si tienes una trazabilidad correcta de la unidad, podrás ver cuántas unidades se produjeron y cuántas se facturaron, es decir, la misma unidad en distintos estados del tiempo.
Por eso es importante asegurar que el árbol de indicadores no duplique, corte a la mitad o reste y sume valores que no deben figurar. Para lograr esto, se toma cada uno de los indicadores, se los desarma en fórmulas y se lo lleva hasta la expresión de la variable de medición. Si por ejemplo tienes la variable OEE, que es un indicador de eficiencia de producción, encontrarás que al descomponerlo contiene una fórmula de unidades producidas.
Esas unidades producidas tienen que provenir de las máquinas de indicadores. Si esta acción no se cumple, no podrás obtener un dato preciso. Pero por otro lado, puedes obtener el costo de materiales, el cual también está asociado a la producción porque el costo de materiales va a incluir una parte de gastos generales que vas a terminar dividiendo por las piezas que produciste. Esas piezas producidas tienen que reflejar el mismo número que tenía la producción.
Si no te aseguras de que los datos provengan de la misma fuente, tu equipo puede haber producido mil y estar dividiendo por quinientos, y a la vez estar cargando de costos generales un valor que en realidad no es certero. En este tipo de cuestiones que parecen obvias a simple vista, cuando comienzas a transportar información de un lugar a otro y trabajar con planillas de Excel aisladas, es muy frecuente que se rompa la conexión.
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Por esta razón es fundamental poder contar en tu empresa con un árbol de indicadores para desglosar métricas más pequeñas, ya que va a permitirte identificar las variables de unidades producidas arrojadas del pie de la máquina, o bien del indicador de piezas producidas aprobadas por calidad. Pero en última instancia, de una sola fuente verdadera.
Cuando empiezas a extraer un mismo dato de varias fuentes diferentes, los indicadores expresarán datos poco confiables. Sucede mayoritariamente con marketing y ventas, no tanto con producción porque trabaja con piezas más tangibles, pero en el caso de que necesites averiguar cantidad de contactos y tasas de conversión por mes, esta herramienta es muy práctica para mantener tus mediciones en orden y alineadas con los objetivos estratégicos.