Los estados financieros son informes muy complejos que reflejan el estado de una empresa en un momento determinado. Se componen de varios documentos relevantes en donde se revelan en qué condiciones se encuentran las finanzas de una organización. Además, permiten a quienes los leen entender si una empresa es rentable y solvente a lo largo del tiempo. No obstante, hay que saber interpretarlos para tomar la decisión correcta en función de los números generados.
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Generalmente los estados financieros cuentan con una presentación, un índice, un breve resumen de la compañía que emite el estado, el cual abarca su historia, los objetivos, la visión, misión y valores, y también puede incluir el proceso de crecimiento que atravesó la empresa desde sus inicios hasta el presente. Asimismo, es obligatorio describir en el documento las normas contables establecidas, ya sean normas internacionales o locales.
A menudo, realizar un estado financiero puede ser una tarea ardua y milimétrica en la que no puedes dejar ningún dato librado al azar, y además debe ser legible tanto para los ejecutivos de tu empresa como para los inversionistas, accionistas, proveedores y diversas entidades financieras que requieran obtener un panorama general de la situación financiera de tu empresa. En este artículo, te contamos cómo interpretar los estados financieros de tu organización, cuántos tipos existen y a quiénes están dirigidos.
Interpretar de manera adecuada los estados financieros permite tomar mejores decisiones estratégicas para el corto, mediano y largo plazo. Deben adaptarse a las necesidades y objetivos de cada organización. Veamos ahora 4 pasos efectivos para interpretar los estados financieros.
1. Tener el estado financiero actualizado.
El primer paso para entender cómo interpretar los estados financieros consiste en contar con reportes actualizados, información certera y datos completos. Un software de gestión contable que recolecta toda la información vinculada a los gastos, ingresos y cualquier otro movimiento financiero puede ayudarte a obtener balances mensuales en menos tiempo.
2. Aplicar un análisis vertical y horizontal.
Se puede realizar un análisis financiero a través de dos formas:
Los gráficos son herramientas que permiten exponer los datos duros obtenidos de los reportes para luego poder compararlos. Al mismo tiempo, sirven para que las personas que no pertenecen al área comercial o financiera entiendan los números de los informes. Estos gráficos representan la tendencia de la variable que se busca analizar para generar predicciones.
4. Realizar comparaciones.
Las comparaciones sirven para tener una referencia antes de tomar una decisión o ejecutar una acción. Puedes comparar estos estados financieros actuales con los del año anterior para comprobar si se produjo una evolución. Acceder a datos confiables y actualizados es fundamental para hacer un análisis efectivo y obtener predicciones certeras que contribuyan a la aplicación de las soluciones apropiadas, según las necesidades de tu empresa.
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Los estados financieros pueden dividirse en 4 tipos básicos, mas las notas y anexos, que conviene conocer antes de comenzar a realizar el de tu empresa.
1. Estado de situación patrimonial.
Este primer estado muestra una foto comparativa con el periodo anterior de cómo se conforma el patrimonio de la empresa, cuáles son tus activos a corto y largo plazo, cuáles son tus deudas, también del corto y largo plazo, y el patrimonio de la sociedad, que es la diferencia entre los activos y las deudas, o sea el dinero que finalmente pertenece a los accionistas, cómo está integrado, si es por los aportes iniciales, cuáles son los resultados que se fueron acumulando, cuáles son las reservas que se fueron desarrollando en la empresa con anterioridad.
En el caso de países altamente inflacionarios como Argentina, en el patrimonio neto se establece una diferenciación de cuánto es el capital original y cuál es el ajuste por inflación vinculado con ese capital.
2. Estado de resultados.
Revela todos los resultados anuales, como si de una película se tratara. Te va mostrando lo que gastaste y ganaste durante el transcurso del año, así como los costos en impuestos; si tuviste ingresos o gastos financieros por financiaciones bancarias o lo que fuere. Termina generando el resultado final anual vinculado con los movimientos financieros en aquel periodo.
3. Estado de evolución del patrimonio neto.
También puede representarse como una película, ya que te muestra cómo las acciones de tu empresa fueron variando de un año a otro, ya sea con aportes de capital, con retiros de capital por retiros de socios o por pérdidas acumuladas, los resultados que se fueron generando, tanto en el año anterior como en el año actual, si hubo emisiones de acciones y si se produjo rescate de acciones, si hubo constituciones o no de reservas. Todas estas variables se visualizan en un cuadro de estado evolutivo del patrimonio neto.
4. Estado de evolución del efectivo.
Da cuenta de cómo fue evolucionando tu efectivo y el equivalente de efectivo que son las inversiones a corto plazo, las cuales no admiten ningún tipo de riesgo de valor y que se puede considerar como una disponibilidad para poder afrontar obligaciones en el momento. Redondeando, en estos 4 estados financieros explicas cuál es tu situación actual, cómo fue la operatoria del año, cómo varió el patrimonio de la empresa y cómo varió la caja o efectivo.
5. Notas y anexos.
Ahora bien, dentro de los estados financieros, existen notas y anexos que son aún más importantes para entender estos movimientos, porque cada uno de los estados de situación incluye rubros: cajas, cuentas por cobrar, bienes de cambio y de uso, etc. Cada una de esas líneas tiene asociada una nota de apertura, que te va mostrando información solicitada de las normas contables y demás datos que la empresa puede revelar, porque puede suponer relevante para el lector del estado financiero.
Por ejemplo, te muestra cuáles son los bancos, cuáles son las monedas en las cuales tienes el efectivo, ya sea en pesos, dólares o euros, cómo están compuestas esas inversiones a corto plazo, si hay un fondo común de inversión. Los bienes de cambio generalmente muestran cómo están constituidos, ya sea si tienes materiales, productos en procesos o productos terminados.
En el caso de los activos fijos se muestran los distintos rubros de los activos que tienes activados y cuánto es el valor origen, cuánto es la amortización del año, altas o bajas, y de cuánto es el valor al cierre. Entonces, ahí puedes ver cómo es la evolución e interpretar cómo está la empresa. Si inviertes en un activo fijo un importe mayor a tus amortizaciones, es un primer indicio de que estás invirtiendo en capacidad de producción. Ahí estarías agregando valor para tu producción a futuro.
El hecho de saber cómo está conformada la caja te aporta previsibilidad para saber el estado de tus fondos. Entender el valor de cambio te permite entender tu situación a nivel industria, como por ejemplo saber si estás bien stockeado y si tu empresa está cubierta frente a posibles cambios macroeconómicos o no. Esto sirve para entender básicamente el riesgo cambiario y la cobertura cambiaria de esos créditos.
En el caso de los pasivos, también se puede entender a qué área corresponde una determinada deuda. Asimismo, también existen notas que te permiten abrir la parte de resultados, que ayuda a entender cómo es el negocio. Puedes ver las ventas por países o por unidades de negocio, o venta por mercado, el costo de venta, en el caso de venta de bienes, cómo está conformado el costo de ventas, cuál es el porcentaje de las ventas, etc.
En el caso de los resultados operativos, existe un anexo que es de “gastos" que te permite abrir todos tus gastos operativos para entender de dónde viene cada uno de estos. Al final de cuentas, tanto las notas como los anexos te ayudarán a abrir cada uno de los rubros y de los conceptos por los cuales van a estar conformados los estados principales, lo que te permite entender de dónde provienen esos números.
Los estados financieros permiten a los lectores o usuarios financieros, ya sean accionistas, directorio empresarial, inversionistas de la empresa o entidades bancarias y gubernamentales analizar la salud financiera de tu empresa. Para cada uno de esos usuarios la información que se utiliza es distinta y tiene un foco distinto. Un accionista probablemente observe el grado de seguridad de consolidación que tiene el negocio, la posibilidad de generar resultados consistentes en el futuro y de generar efectivo que se puede distribuir o no.
Los accionistas que deseen comprar acciones van a prestar atención a las probabilidades o indicios de cómo estará tu empresa en el futuro. Un inversionista a corto plazo estará más enfocado en la capacidad de distribuir dividendos. En cambio, un inversionista a largo plazo va a esperar un grado de distribución de dividendos menor, pero una mayor inversión en capacidad productiva para tener mayores valores en el futuro.
Las entidades bancarias analizan muchos indicadores financieros y de liquidez para entender si tu empresa va a tener posibilidades de afrontar las obligaciones en el futuro. Un proveedor puede pedir los estados financieros para entender si estás en condiciones de pagarle la compra o si tu negocio es saludable y no va a tener problemas de solvencia.
Y finalmente las entidades tributarias y gubernamentales van a utilizar los balances para entender que las normas bajo las cuales están liquidando los impuestos sean las correctas.
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A lo largo de esta guía has aprendido cómo interpretar los estados financieros de manera eficaz, en 4 sencillos pasos, conocido los diferentes tipos de balances que existen y a quiénes van dirigidos. Un estado financiero bien realizado te permite entender la situación financiera de tu empresa antes de tomar una decisión importante, ya sea el propio directorio de tu empresa o los accionistas, inversores y entidades bancarias y gubernamentales, que buscarán asegurarse de que tu empresa sea solvente para invertir en ella o proveerte financiación.