En un entorno empresarial donde la velocidad de respuesta y la eficiencia definen la competitividad, la automatización ya no es una opción, sino un requisito. Sin embargo, hasta ahora, incluso las plataformas más avanzadas requerían cierto conocimiento técnico para diseñar flujos complejos. Con la llegada de MAIA, el nuevo asistente de inteligencia artificial de Make, ese paradigma cambia por completo.
MAIA (Make Artificial Intelligence Assistant) redefine cómo las empresas crean, supervisan y optimizan sus automatizaciones, permitiendo a los equipos comunicarse con la plataforma en lenguaje natural, detectar errores de forma proactiva y optimizar procesos en tiempo real. Su aparición marca una nueva era en la gestión inteligente de flujos de trabajo: la automatización conversacional.
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Hasta hace poco, diseñar un escenario en Make requería arrastrar módulos, definir condiciones y configurar conectores. Hoy, con MAIA, basta con describir lo que se quiere lograr.
Por ejemplo, un gerente de marketing puede escribir:
“Conectá HubSpot con Slack para notificar al equipo cuando un lead calificado complete un formulario y crear una tarea en Monday.com.”
MAIA interpreta la instrucción, construye el flujo completo y sugiere optimizaciones automáticamente. Lo que antes tomaba horas, ahora puede resolverse en minutos.
Esta capacidad democratiza la automatización, permitiendo que perfiles no técnicos —como líderes de área, analistas o responsables de operaciones— participen activamente en el diseño de procesos digitales.
Además, MAIA aprende del comportamiento del usuario y del contexto de cada escenario. Cuanto más se utiliza, más preciso se vuelve: identifica patrones, anticipa acciones y recomienda mejoras basadas en eficiencia y frecuencia de uso.
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Una de las limitaciones históricas de los sistemas de automatización era la falta de capacidad para detectar y corregir errores mientras los flujos estaban en ejecución. MAIA cambia eso por completo.
Gracias a su motor de IA, el asistente monitorea de forma continua cada escenario, identificando fallos en conexiones, condiciones lógicas o módulos obsoletos. Cuando detecta un error, lo comunica al usuario y propone una solución inmediata —desde reconectar una API hasta ajustar un trigger— sin necesidad de detener el flujo.
Pero su verdadero valor está en la optimización en tiempo real. MAIA analiza métricas de rendimiento, uso de recursos y frecuencia de ejecución para ajustar automáticamente la lógica de los escenarios, reduciendo el consumo innecesario y mejorando la eficiencia operativa.
Esto se traduce en menor tiempo de inactividad, procesos más estables y una automatización que evoluciona junto con la organización.
El impacto de MAIA no se limita a una sola función. Su versatilidad permite aplicarlo a prácticamente cualquier área del negocio. A continuación, algunos ejemplos concretos.
Los equipos de marketing pueden usar MAIA para crear campañas automatizadas completas simplemente describiendo la secuencia. Por ejemplo:
“Cuando un lead descargue un eBook, enviá un correo personalizado, esperá tres días y si no responde, notificá al equipo comercial por Slack.”
MAIA construye la lógica, vincula las herramientas (HubSpot, Gmail, Slack, etc.) y sugiere métricas de seguimiento.
Además, puede analizar el rendimiento de las automatizaciones, detectar puntos de fuga en el funnel y recomendar mejoras.
El resultado: campañas más efectivas, personalización a escala y una reducción significativa del tiempo operativo del equipo.
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En las áreas operativas, MAIA permite integrar datos de múltiples sistemas y mantener procesos alineados sin intervención manual.
Por ejemplo, un responsable de logística puede pedir:
“Sincronizá el stock de Shopify con el ERP y actualizá el tablero de inventario en tiempo real.”
MAIA no solo crea la integración, sino que monitorea el comportamiento de la demanda, identifica variaciones y sugiere ajustes automáticos para evitar desabastecimientos.
Con su capacidad de análisis continuo, las empresas pueden optimizar la cadena de suministro, mejorar la asignación de recursos y reducir costos logísticos.
En definitiva, procesos más fluidos, menos errores humanos y mayor control en cada etapa.
En el ámbito del soporte técnico o atención al cliente, MAIA potencia la automatización del primer contacto, resolviendo las consultas más comunes de forma autónoma.
Puede identificar la intención del usuario en un ticket o chat, ofrecer respuestas personalizadas o derivar automáticamente los casos complejos al equipo adecuado.
Por ejemplo:
“Cuando un cliente envíe una consulta con la palabra ‘facturación’, abrí un ticket en Freshdesk, asignalo al equipo financiero y enviá un correo de confirmación.”
Además, MAIA analiza tendencias en los reportes de soporte, ayudando a detectar fallas recurrentes y a proponer automatizaciones preventivas. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también reduce la carga operativa del equipo.
La diferencia de MAIA frente a otros asistentes radica en su enfoque integral: no se limita a ejecutar tareas, sino que comprende el flujo de negocio completo.
Sus tres ejes —creación, detección y optimización— convierten a la automatización en un proceso dinámico y evolutivo.
Creación por lenguaje natural: convierte ideas en flujos sin necesidad de conocimientos técnicos.
Detección proactiva de errores: previene fallos antes de que impacten en la operación.
Optimización continua: ajusta el rendimiento de cada flujo según resultados reales.
Esta combinación ofrece un nivel de agilidad sin precedentes, especialmente para empresas que buscan escalar operaciones sin incrementar costos o complejidad técnica.
Adoptar MAIA no es solo implementar una nueva funcionalidad dentro de Make: es transformar la manera en que los equipos trabajan.
La automatización se vuelve una competencia transversal, no un recurso limitado al área de IT.
Esto habilita nuevos modelos de colaboración entre departamentos, acelera la toma de decisiones y reduce los cuellos de botella en procesos clave.
Para los líderes empresariales, el impacto es tangible:
Menos dependencias técnicas.
Más velocidad para implementar mejoras.
Mayor trazabilidad y control de los flujos.
ROI acelerado por reducción de tiempos y errores.
Al liberar tiempo operativo, las empresas pueden enfocarse en la innovación, el análisis y la mejora continua —los verdaderos motores del crecimiento sostenible.
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Con MAIA, Make da un paso decisivo hacia la automatización inteligente impulsada por IA.
Ya no se trata solo de conectar sistemas, sino de crear ecosistemas adaptativos que evolucionan con las necesidades del negocio.
MAIA representa un punto de inflexión: la unión entre lenguaje humano y automatización técnica.
Empresas de todos los tamaños podrán diseñar flujos en minutos, corregir errores antes de que ocurran y optimizar sus operaciones en tiempo real.
El resultado no es solo eficiencia: es una ventaja competitiva sostenible basada en precisión, agilidad y escalabilidad.
En definitiva, MAIA transforma la promesa de la inteligencia artificial en una realidad operativa, marcando el inicio de una nueva etapa donde la automatización deja de ser una herramienta y se convierte en un aliado estratégico para el crecimiento empresarial.