En un encuentro con lo que se llamaría un “Angel” de Fondos de Inversión, me dijo: “cada vez creo menos en los Planes de Negocio que me presentan, porque todos dan los resultados que se espera que alcancen. En lo que si confío es en los equipos que los lleven adelante, en los cómo y en las estrategias que implementen. Y si antes fracasaron en otras iniciativas, tienen un valor adicional, ya aprendieron y vuelven a intentarlo. Sus planes de contingencia, serán más certeros y mis riesgos menores”
<<< ¿Para qué sirve un Plan de negocios? >>>
Entonces, volvamos a pensar en el concepto sobre que es un plan de negocios: una guía para el emprendedor o empresario. Un documento donde se describe un proceso por áreas de análisis, se conoce la situación del mercado y se establecen las acciones que se realizarán en el futuro, junto a las correspondientes estrategias que serán implementadas.
Es en sí mismo un instrumento que permite comunicar una idea para venderla u obtener una respuesta positiva por parte de los inversores.
Y una herramienta de uso interno que permite evaluar la viabilidad de una idea y concretar un seguimiento de su puesta en marcha; una plataforma de análisis y prueba, en la que pueden quedar archivados muchos proyectos que no necesariamente sean centrales hoy, o hasta secundarios que quizás necesiten más tiempo y dedicación para conseguir el éxito esperado.
Tambien señala los objetivos a cumplir y debe incluir el detalle de cada plan de acción necesario para alcanzarlos.
Por otra parte, es importante que esté elaborado de forma tal que permita ser actualizado con los cambios propios del dinamismo del mercado, del contexto y la situación de la empresa.
La elaboración de planes de contingencia suponen otros de los aspectos más importantes de la gestión empresarial. El hecho de contar con ellos es una especie de seguro ante los inconvenientes que surgen durante el trabajo cotidiano, ya que ofrece posibles soluciones y alternativas pensadas con anterioridad.
Muchas veces, las grandes empresas y las Pymes más pequeñas cometen el mismo error de considerar que un acierto del pasado se repetirá si se sigue un plan similar, y esto puede llevar inexorablemente a errores sin retorno.
"El mercado, sobre todo en la actualidad, cambia constantemente de tendencias, se satura fácilmente de nuevos productos y servicios y demanda ser sorprendido a cada minuto".
Trazar un plan de creación de un negocio que tomaría tiempos de investigación y desarrollo más otros para pruebas, puesta en marcha de la producción en masa y promoción publicitaria es un riesgo que resultaba muy común hace no tantas décadas, pero que cada vez menos compañías están dispuestas a correr.
Afortunadamente, con las nuevas tecnologías y en muchos sectores, es más económico y efectivo, experimentar y fallar que no hacer nada solo investigando.
Es muy difícil comprender y anticipar los gustos de los consumidores a corto plazo, y mucho más en un futuro relativamente lejano.
"Pero como en todas las relaciones interpersonales, tanto las empresas como su público son responsables de la crisis de fidelidad que sufren los productos y servicios actuales".
Volviendo a la anécdota inicial, me fui con la duda sobre cuál es la jerarquización de los conceptos clave que están en la reflexión con la que me desafió a pensar.
Y me parece que son ESTRATEGIA, EQUIPO y CREDIBILIDAD, por sobre lo demás.
"A lo largo de mi carrera profesional me atrajo el desafío de conseguir resultados extraordinarios y comprobé que la clave está en intentar transformar grupos de trabajo en equipos de alto rendimiento".
Quizás me hablaría de eso?
Lo pienso como la generación desde el liderazgo de las condiciones necesarias que faciliten dinámicas y motivaciones para que esto suceda eficientemente.
"El método más efectivo para encontrar alternativas innovadoras es el de analizar ámbitos inspiradores, donde se utilicen instrumentos o estrategias válidas, aplicables y extrapolables".
Por ejemplo, al ver algún deporte, un producto, un mecanismo raro, me pregunto por qué se hace de ese modo, qué es lo que provoca que suceda así, cómo se hará para … etc., con una dosis equivalente de curiosidad y voluntad, ingenuidad e ignorancia.
Así he podido entender y aprender.
Mi adicción por el zapping me llevó hace poco hasta un documental sobre el Tour de Francia y el mundo del ciclismo competitivo. Reconozcamos a primera vista que es poco atractivo para el que no lo practica. Un deporte tan simple como andar en bicicleta y se quiere llegar primero.
Me detuve a pensar qué hace que sea desde 1903 hasta hoy un evento tan trascendente y cada vez más significativo para muchísima gente en un deporte que allí es colectivo.
"Las respuestas que encontré no se basan solo en el desempeño individual de un deportista de elite, sino en el despliegue de la mejor táctica que hace a un equipo consagrarse ganador por sobre los demás".
Para comenzar por lo obvio – que como en general no lo es tanto -, el objetivo de participar en una carrera es ganarla, llegar antes que los demás. En los negocios también.
Para eso, hay claves para triunfar allí que aplican en muchas áreas:
- Apoyo del equipo
- Velocidad
- Aceleración
- Posición
Si uno de ellos falla no se alcanzará el éxito y todo el esfuerzo previo no servirá de nada.
Se necesita el apoyo y el conocimiento que puedan dar otros, de lo contrario “se paga” costosamente por el aprendizaje y aportes que nos pueden dar.
Es decir, es una de las formas de acercarnos a una estrategia que ha funcionado antes y necesitamos comprender – y adaptar a nuestra situación – para poder innovar a partir de ella, con humildad. Dato no menor.
Dejar de perder el tiempo (que es dinero) intentando averiguar cómo hacer el menor esfuerzo, tomar el atajo, saltear pasos.
Si ya se ha conseguido, intentemos sumar sus servicios y ahorraremos energías invertidas sin rumbo alguno. Y si no hay recursos para acceder a ellos contactemos a alguien que lo haya hecho para acercarnos a algo de esa información.
Y esto es fundamental: la gente que ha triunfado conoce la estrategia que funciona, y es muy útil conocer esos caminos. Si no también será posible pero mucho más difícil y la frustración es una tentación al abandono.
Hay que ser constante y saber cuál es la velocidad que requiere la estrategia.
Para llegar inexorablemente hay que recorrer un largo camino antes de alcanzar los objetivos. De nada sirve ser el primero unos segundos si luego vence el cansancio y se termina último o abandonando.
Empezar desde el principio de cada tema como si se fuera a escribir en una “hoja en blanco” lo que se quiere conseguir de forma realista, poner plazos y fechas para cada paso. Así de simple.
Y si hay algo importante es saber cuándo y quien debe hacer cada cosa.
Hay un momento para toda situación que lleva su tiempo y su proceso. Si no se hace lo que se debe, el trabajo no sirve de nada.
Saber cuando acelerar hará todo más fácil y consumirá menos recursos. Y, ¿cómo saber en qué momento hacer cada cosa? Preguntando.
Depende de las cualidades.
En el caso del sprinter y de su equipo, cada cual conoce qué debe hacer porque es lo que mejor se le da o lo que más ha trabajado.
"Para tener más chances de triunfar se debe buscar el propio punto fuerte y el de cada miembro del equipo para potenciarse mutuamente, es decir, sumar a quienes nos complementen a trabajar con intensidad y compromiso por los mismos objetivos".
Esto implica, esencialmente, no intentar hacer el trabajo en soledad porque será improductivo e incluso quizás demasiado tarde para remediar esa decisión.
Por todo esto reitero: "hay equipo, solo si hay estrategia".
"Lo dicho no es en la creencia de haber conseguido alcanzar el éxito, sino al menos, compartir aquí una estrategia para intentarlo, que es en definitiva el verdadero PLAN DE NEGOCIOS a formular".
No es tarea fácil, me respondí, cerrando así el debate abierto.
Sé que puedo ayudarte, pero más aún que podemos ayudarnos.
Sobre el autor:
Javier Joison Master Internacional en Marketing y Comercialización. |