SMED, Single Minute Exchange of Die según su sigla en inglés, se trata de una técnica de trabajo que pretende reducir al máximo el tiempo de inactividad durante un proceso, y de esta manera incrementar la productividad de una empresa.
Esta técnica nació en los años 50 de la mano de Shigeo Shingo, un ingeniero mecánico japonés que mientras se encontraba trabajando en Toyota diseñó esta metodología que luego fue empleada por otras empresas alrededor del mundo.
SMED busca reducir los tiempos de preparación de la producción de manera drástica, con el fin de destinar ese tiempo para generar mayor cantidad de productos de la manera más eficiente posible.
Asimismo, con SMED es posible reducir significativamente los costos de producción, debido a que si se aumenta la capacidad productiva en la misma cantidad de horas de trabajo y con la misma maquinaria, los ingresos van a ser mayores y, por tanto, los costos serán más bajos.
La técnica SMED se emplea principalmente en la industria de la manufactura. Se la aplica con la finalidad de disminuir el tiempo de cambio de las maquinarias y herramientas entre los diferentes lotes o tipos de productos.
Si se logra reducir el tiempo de preparación de la maquinaria entre un lote y otro, la empresa va a aumentar su productividad porque ese tiempo que antes quedaba inactivo, ahora se usa para producir más.
Industrias automotrices, alimenticias, textiles y de electrónica son algunos ejemplos de fábricas que emplean técnicas SMED en su proceso productivo.
Para poder aplicar correctamente la técnica SMED es necesario seguir una serie de pasos, siempre con el foco en la reducción de tiempo y la optimización de los procesos.
Los pasos a seguir para aplicar la técnica SMED, son:
Sin duda cada uno de estos pasos tiene una complejidad particular y en cada empresa según su rubro, tipo y magnitud se podrá aplicar de una forma u otra, pero a grandes rasgos es así como funciona y se pone en práctica la técnica SMED.
La principal premisa siempre va a ser la de potenciar la capacidad productiva de las empresas, y lograr maximizar las ventas y reducir los tiempos y por consecuencia, los costos.
A modo de cierre, se puede afirmar que SMED es una técnica realmente muy útil para todas aquellas industrias y empresas que en sus procesos productivos utilicen las mismas maquinarias y herramientas para producir diferentes tipos de productos.
Es interesante destacar que las empresas que usan SMED tienen mayores posibilidades de ofrecer a sus clientes trabajos personalizados, porque al realizar tan rápido el cambio y la preparación de las máquinas, pueden realizar distintas variedades de productos o, por ejemplo, un mismo producto, pero con una estampa, logo o marca diferente, según lo solicite el cliente.
Además, esto mismo permite a las industrias acotar los tiempos de entrega, algo no menor hoy en día, donde como clientes queremos obtener todo de manera inmediata.