Hoy en día la competitividad empresarial es cada vez más fuerte, todas las compañías disputan diariamente su presencia en el mercado y en la mente de sus consumidores, para poder vender más, explorar otras unidades de negocio o captar nuevos segmentos de público, entre tantas otras cosas. Pero, ¿cómo se pueden llevar estas acciones de manera exitosa? Sin dudas, empezando por ejercer una buena gestión del talento humano.
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Toda organización es un reflejo de los talentos humanos que la componen. Con esta premisa como punto de partida, es posible afirmar que, para que una empresa encuentre los mejores colaboradores y sea capaz de retenerlos, debe tener un plan organizado para la gestión del talento humano.
Se entiende por gestión de talento humano al conjunto de prácticas y procesos mediante los cuales se administra al personal de una empresa, esto incluye: atraer, reclutar, desarrollar y retener a las personas en la compañía.
En consecuencia, es una práctica que va más allá de la mera búsqueda y selección de personal. Aquí el foco está puesto en encontrar a los mejores talentos, que sean compatibles con lo que la empresa necesita, y, una vez logrado eso, apostar por esa persona para que desarrolle su máximo potencial al interior de la empresa y permanezca en el tiempo.
Con la gestión del talento humano se busca generar un sentido de pertenencia a la compañía, y a la vez, evitar la rotación de personal, lo cual genera muchos cargos y mayores esfuerzos de parte de la empresa. Es mejor incentivar e invertir en desarrollar las capacidades de cada colaborador, que gastar frecuentemente en búsquedas, selecciones y capacitaciones de personal nuevo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, cuando una compañía implementa la gestión del talento humano, crea un sistema para atraer y seleccionar con mucha dedicación y detenimiento a cada nuevo talento. De esta manera, se logra que cada incorporación sea efectiva y genere sentido en la empresa.
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En términos globales, la gestión del talento humano tiene como meta la creación de un equipo de trabajo fuerte y comprometido, que sea capaz de llevar adelante la compañía de manera exitosa. Otras razones significativas por las cuales es importante esta práctica son:
La instancia de reclutamiento y selección del personal, debe ser abordada de manera estratégica, para que cada nueva incorporación tenga un real impacto positivo en la empresa. Aquí, además de la experiencia y los conocimientos técnicos, se debe priorizar que la persona esté alineada con los valores y metas de la organización. Esto último es un punto clave para que los talentos se sientan a gusto y permanezcan en la empresa.
Brindar instancias de capacitación al interior de la empresa, ofrecer becas de estudio, o costear cursos de formación para que las personas se desarrollen personal y profesionalmente, genera un beneficio mutuo para trabajador y empresa. Esto es así, porque la persona se siente importante y motivada, y la empresa cuenta con personas cada vez más calificadas para el cumplimiento de sus tareas, las cuales además se sienten motivadas por posibilidades de ascensos.
La eficaz gestión del talento humano también tendrá su impacto en los objetivos comerciales y de ventas de la empresa. Si los talentos se sienten parte y a gusto con la empresa, se van a esforzar al máximo para lograr todos los objetivos que propongan desde los cargos ejecutivos para, de esa manera, contribuir al crecimiento de la empresa, aumento de su rentabilidad y, por tanto, su éxito.
Para saber qué tan fuerte y sólida es la cultura organizacional de una compañía, un dato que se puede tomar a consideración es la rotación de personal. Entonces, si en una empresa el porcentaje de rotación es bajo o casi nulo, se puede decir que su cultura es muy sólida y que las personas permanecen allí porque se sienten a gusto y así lo desean y porque están alineadas con las prácticas, hábitos y valores que allí coexisten.
<<<Fomentar la cultura organizacional en el proceso de onboarding>>>
La gestión del talento humano es fundamental para toda empresa que busca tener los mejores colaboradores, fidelizarlos y hacerlos sentirse parte de la misma. Un trabajador entusiasmado y satisfecho con su trabajo, será siempre un gran promotor e impulsor de la misma, y elegirá permanecer en la empresa aunque tenga otras ofertas laborales de categoría similar.
Asimismo, algo crucial para el éxito de esta práctica, es que los responsables del área de recursos humanos que lleven adelante esta gestión, se involucren y estén permanentemente al tanto de las necesidades de las personas e indaguen sobre sus deseos y expectativas. Con toda esa información, deben ocuparse de que el ambiente laboral se corresponda con esas expectativas, y a la vez, se cumplan y respeten las metas y objetivos de la empresa. Es decir, que haya un equilibrio.
Saber identificar correctamente los talentos, es solo el primer paso. Una vez que se concreta el ingreso, empieza la parte más desafiante: motivar, desarrollar, hacer sentir parte… El resultado será un win-win: gana la empresa, y gana el trabajador.
Cuéntanos si ya conocías sobre la gestión de talento humano y si estás dispuesto a comenzar a trabajar desde hoy mismo para que tus talentos elijan permanecer en tu compañía.