En la actualidad es muy frecuente leer y escuchar hablar sobre algoritmos, pero, realmente, ¿sabemos qué es un algoritmo, para qué sirve, sus posibles aplicaciones, tipos, etc.? Si estos interrogantes te hicieron dar cuenta de que no sabes cómo se define un algoritmo, estás en el lugar indicado. Hoy vamos a responder todas estas preguntas y a despejar dudas para entender claramente qué es un algoritmo.
<<<¿Cómo transformar tu negocio con inteligencia artificial?>>>
Comenzamos por la definición, se define como algoritmo a un procedimiento que tiene como fin llevar a cabo una tarea específica o resolver un problema, a través del cumplimiento y ejecución de determinados pasos cuidadosamente definidos.
Los algoritmos están muy asociados al rubro de la informática y la tecnología, debido a que dispositivos como computadoras y celulares los precisan para funcionar, pero, teniendo en cuenta su definición, es un término que encuentra una pluralidad de aplicaciones. Por ejemplo, como una suerte de sinónimo de receta. Cuando uno realiza una receta de cocina, debe seguir un paso a paso de manera organizada, y respetar un determinado orden para lograr el plato deseado.
En resumen, un algoritmo es seguir una serie de puntos, reglas, indicaciones, etc., de manera ordenada para obtener un resultado específico. Se parte desde un estado inicial específico, y, luego de una secuencia predeterminada de operaciones, se obtiene el resultado buscado.
Como ya se anticipó más arriba, el término algoritmo encuentra múltiples aplicaciones. Su objetivo es brindarnos una solución o respuesta a un problema o consulta, asegurándose de que ese resultado sea óptimo, es decir, el esperado para ese cometido.
En el rubro de la digital y de informática, por ejemplo, los algoritmos son una herramienta indispensable de trabajo. Por un lado, son los mismos algoritmos los que proveen a las máquinas la información sobre cómo deben funcionar, y a la vez, cada programa o aplicación está compuesta de algoritmos para poder operar. También se utilizan en el área de marketing y ventas, para llegar a públicos determinados, según intereses y búsquedas previas.
Una muestra concreta de que convivimos cotidianamente en contacto con algoritmos, son las redes sociales, las aplicaciones de entretenimiento o ubicación. Cuando buscamos en un mapa digital una ruta para llegar de un punto A a un punto B, esta aplicación, gracias a sus algoritmos y toda la información de entrada disponible, es capaz de indicarnos el camino más rápido o más corto, así como también informarnos de demoras, nivel de concurrencia, horarios, etc.
Otro ejemplo son plataformas o aplicaciones como Spotify o Netflix, las cuales ponen en acción sus algoritmos para recomendarnos artistas o series, según nuestras reproducciones previas. Lo mismo sucede en redes sociales: si en Instagram seguimos a varias cuentas culinarias, la misma red nos irá mostrando frecuentemente otros perfiles similares.
A fin de cuentas, los usos de los algoritmos pueden ser tantos como nos imaginemos. Para cada tarea o problema, se puede aplicar un algoritmo que sirva para responder a esa demanda.
<<<Principales herramientas de inteligencia artificial: Más que Chat GPT>>>
Indistintamente del empleo o aplicación que se le dará a un algoritmo, estos deben cumplir con determinadas características. Te las detallamos a continuación:
Los algoritmos tienen que tener bien definidos sus datos tanto de entrada como de salida. Los datos de inicio corresponden a la información con la que funcionará el algoritmo, mientras que los datos de finalización, representan los resultados obtenidos luego de cumplir minuciosamente con el procedimiento indicado.
Es lo que sucede entre los datos de entrada y los de salida. Se trata de una serie de pasos previamente establecidos, organizados y pertinentes para resolver o cumplir con la tarea asignada.
Para que un algoritmo arroje el resultado esperado, sus pasos o secuencias deben estar planteados de manera exacta, clara y precisa. De esta manera, es simple de entender y ejecutar, y no hay espacio para errores o ambigüedades.
El procedimiento del algoritmo debe ser finito, es decir, tener un número límite de pasos o etapas, para asegurarse de que, luego de los pasos previstos, va a finiquitar y entregar un resultado.
Otro punto central e indispensable, es que el algoritmo debe ser capaz de resolver eficazmente el problema o tarea para el cual fue diseñado. Para lograr esto, es importante que al momento de plantearlo se tengan en cuenta todas las posibilidades y variaciones que puede tener el problema a resolver, y así generar un algoritmo eficaz.
Los algoritmos se deben plantear de manera general, para que puedan servir como guía o modelo para ordenar diferentes tipos de procesos. Si cumple con esta condición, el algoritmo será escalable y aplicable para funcionar en múltiples escenarios y con diferentes inputs o datos de entrada.
<<<Principales barreras a la incorporación de la IA en las empresas>>>
Se pueden mencionar tres criterios para clasificar los algoritmos:
El primero es según el sistema de signos que se utilice para describir el procedimiento del algoritmo. En este caso, pueden ser:
El segundo es según sus funciones. En este grupo se distinguen:
El tercer criterio es según la estrategia del algoritmo. Algunos ejemplos son:
<<<Prompt engineering: ¿nuevo rol de la IA del presente?>>>
Con toda la información brindada en este breve escrito, confiamos en que quedó claro qué es un algoritmo, para qué se utilizan y la importancia de formularlos correctamente para que cumplan su cometido.
Toda empresa debe aprovechar los beneficios de los algoritmos, para tener en orden sus procedimientos, y asegurarse de que brinden los resultados buscados y se ajusten a sus necesidades comerciales.
¡Déjanos un comentario aquí abajo, y cuéntanos qué te pareció nuestro resumen sobre algoritmos! Estamos ansiosos por saber si toda esta información te resultó útil para aplicarla en tu empresa.