Últimamente, ha cobrado bastante notoriedad una cadena de hostelería que ofrece a sus huéspedes lugares pintorescos y turísticos para hospedarse, viajar y trabajar en el extranjero por tiempo indeterminado. Estamos hablando de Selina, una empresa hotelera que está creando una de las marcas más grandes del mundo y que ha desarrollado uno de los modelos de conversión más rápidos y escalables.
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Selina está adaptada principalmente al viajero nómada de hoy, por lo que ofrece un servicio enfocado en sus necesidades de adquirir una estructura global para viajar o trabajar en el exterior. Esta iniciativa les permite a las personas, en especial a los jóvenes, planificar de manera rápida y sencilla sus vacaciones, viajes de negocios o intercambios, o hacer el tránsito hacia otros destinos para vivir.
Fundada por dos israelíes, la empresa hotelera Selina se ha expandido a varios países en toda LATAM demostrando a sus huéspedes que pueden combinar la sociabilidad de un albergue, la comodidad, el lujo y la experiencia de un lugar para retiro donde se puede desconectar de la rutina. Hoy, en este nuevo caso de estudio vamos a conocer la historia de Selina, en qué consiste su modelo de negocio que le está reportando tanto éxito y cuál es su valor diferencial. Conoce el caso Selina.
En 2007, los cofundadores de Selina, Rafael Museri y Daniel Rudasevski, vivían en Pedasí, un pequeño pueblo pesquero en Panamá. A través de la ejecución de proyectos inmobiliarios y el desarrollo del poblado, comenzaron a desarrollar un círculo social muy unido compuesto por lugareños y viajeros por igual. Comprendieron que estaban trabajando en algo especial, por lo que en 2014, la primera locación de Selina nació en Venao, una ciudad surfera cerca de Pedasí.
En un principio, Museri y Rudasevski habían abierto al público una cafetería en Pedasí; luego, esa cafetería se convirtió rápidamente en restaurante, y el restaurante se convirtió en hotel con el tiempo. Este se expandió también conformando una red de hotelería mundial que empezó a funcionar desde 2015.
Desde entonces, Selina ha crecido hasta convertirse en una de las nuevas compañías de hospedaje de más rápido crecimiento en el mundo, facilitando a los viajeros descubrir los mejores y más diversos paisajes de nuestro planeta desde 2014. En la actualidad, Selina maneja 24 oficinas en 8 países de América Central y del Sur.
Selina es una empresa hotelera que gestiona sus hospedaje mediante una plataforma que conecta las necesidades de los clientes con nuevas experiencias enriquecedoras, siempre dentro de las preferencias de los huéspedes, promoviendo la interacción con la comunidad local y favoreciendo la estadía en distintos puntos turísticos de gran belleza de Latinoamérica.
Si hay algo que destaca de su modelo de negocio es que está orientado al cliente millennial y centennial que más consume en la actualidad. Esta decisión obedece a la creciente demanda por parte de estos jóvenes de querer cambiar el mundo. Así es, estas generaciones se caracterizan por ser activistas en problemáticas sociales como la sostenibilidad, la contribución social y la confianza entre las personas, lo que habría definido el target a quien la empresa decidió apuntar.
Selina basa su modelo de negocio a través de 5 pilares que estructuran y nuclean la comunidad que comparte valores comunes, a lo largo de las distintas tierras del continente americano que desbordan historia y cultura como legado. Al deleite por los paisajes que los huéspedes pueden conocer, hay que sumar la experiencia de coworking, la educación y la comunidad, el arte y la música, la sostenibilidad y el Wellness.
Por este motivo, Selina obtiene su rentabilidad a partir de la contribución social que permite a las personas intercambiar experiencias y conocimientos. El coworking, por ejemplo, está diseñado para que la estancia de cada huésped sea significativa gracias a la interacción con otras personas de la misma edad y sus costumbres.
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Cabe señalar también que Selina promueve artistas locales que no solo garantizan oportunidades de negocio sino que también busca impregnar a la empresa del entorno donde se encuentra compartiendo la experiencia. De esta manera, prioriza el concepto de comunidad como valor para generar un cambio de conciencia ambiental e incrementar la participación de distintos actores comerciales, como proveedores locales para fomentar la proyección global a partir de una comunidad que no para de crecer.
Este modelo destinado a un buyer persona preferentemente millennial y de la generación z, está redefiniendo el paradigma de la hospitalidad, brindando a las personas una experiencia personalizada, en donde realmente logren conectar con el entorno y, al mismo tiempo, la estancia les ayude a conectarse internamente. Todo estos beneficios con un costo efectivo único que rompe con los esquemas tradicionales del sector turismo y hotelería.
“No somos desarrolladores inmobiliarios, somos desarrolladores comunitarios”, afirmó Rudasevski para recalcar el valor diferencial de su propuesta comercial.
El objetivo de Selina es atender al viajero social, que no busca ser simplemente un turista más, sino alguien que desea conectarse con la gente y asimilar experiencias mientras viaja. Esto coincide con su filosofía de negocio, que oscila entre el típico hotel de lujo y el alojamiento que cuenta con los servicios básicos. En definitiva, Selina es una alternativa amplia, innovadora e inclusiva socialmente hablando, si bien son, en su mayoría, las personas jóvenes quienes eligen vivir la experiencia de crear vínculos más profundos con las tierras que visitan.
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En palabras finales, el caso Selina ha demostrado que una empresa del sector hotelero puede reinventar la industria con un modelo de negocio atractivo para el viajero social de hoy y además escalable. Pensando en las posibilidades y preferencias de las personas que eligen Selina, buscan garantizar una experiencia de conocimiento del entorno más que ofrecer un servicio de hotelería clásico, porque quieren asegurarse que sus viajeros queden muy satisfechos y se queden con las ganas de repetir el periplo.
Hoy en día, Selina ha superado en rentabilidad al modelo tradicional en relación con el costo por habitación. Al negociar acuerdos por debajo de su valor promedio, está definiendo una rentabilidad para sus inversionistas a mediano y largo plazo del 30% al 50%, y está resignificando el futuro y el paradigma empresarial de la industria.