Canva es una plataforma online de diseño gráfico que ha revolucionado el mercado, llegando a competir con los programas más utilizados del diseño, como Photoshop e Illustrator. Fundada en 2012, esta herramienta utiliza un formato de arrastrar y soltar incorporando funcionalidades que van desde el diseño web hasta los medios de impresión y gráficos. Funciona a base de vectores, imágenes y texto, por lo que permite guardar los proyectos realizados para editarlos continuamente sin perder los cambios.
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Sin embargo, los inicios no fueron fáciles, ya que Melanie Perkins, su creadora, recorrió cielo y tierra para presentar el proyecto a un multimillonario inversionista de Silicon Valley, que pese a su actitud un tanto reticente al principio terminó él mismo invirtiendo en el proyecto. Hoy en día, Canva se ha convertido en un negocio rentable de mil millones de dólares, y la utilizan tanto diseñadores profesionales como usuarios con mínimos conocimientos de diseño, que buscan una plataforma online fácil de usar para crear anuncios y piezas gráficas para atraer a su audiencia.
Tras comenzar con un modelo de negocio fuertemente rechazado por más de 40 inversores, Melanie y su equipo pudieron sentar las bases necesarias que han permitido a Canva la expansión y atracción de inversores. Actualmente la empresa es un unicornio que vale aproximadamente $4.8 mil millones de dólares. En este nuevo caso de estudio, te contamos los orígenes de Canva, su modelo de negocio y su posición frente al lanzamiento de la nueva herramienta de Microsoft con inteligencia artificial. Descubre el caso Canva.
Como otros negocios exitosos, Canva surge de una necesidad. Melanie tenía 19 años cuando estudiaba comercio y comunicaciones en la Universidad del oeste de Australia, en 2006. Por aquella época, se sentía frustrada porque le llevaba demasiado tiempo aprender los distintos programas de diseño, porque aunque la gran mayoría eran muy completos en sus funciones de diseño y edición, requerían un importante esfuerzo y dominio para obtener resultados decentes. Iniciar un proyecto desde cero tenía ese inconveniente.
La necesidad de acelerar los tiempos de aprendizaje de un programa de diseño motivó su iniciativa de lanzar un sitio web de diseño que fuera fácil de usar. Su instinto visionario le aseguraba que en el futuro todo sería online, colaborativo y mucho más simple de lograr para las personas. Y no se equivocaba.
A fin de entender qué tanto potencial tenía su negocio, Melanie fundó con su novio Chris Obrecht, un sitio web llamado Fusion Books para que todos los estudiantes diseñaran sus propios libros de fin de año. Luego, una versión prototipo de este proyecto se convirtió en Canva System. Algunos años más tarde, Fusion Books se convirtió en la mayor editorial de anuarios, antes de despedirse de Francia y Nueva Zelanda.
El éxito inesperado de la editorial impulsó a Melanie a abandonar sus estudios universitarios para dedicarse exclusivamente a su negocio. En 2010, al entender que Fusion Books podía editar más anuarios, Melanie viajó a California para proponer el proyecto de Canva a inversionistas, y fue durante ese viaje que conoció a Bill Tai y aterrizó en Silicon Valley. En Norteamérica, el choque cultural fue muy fuerte para Melanie, quien aseguró que los estadounidense de autopromocionan con más ímpetu, mientras que en Nueva Zelanda son más reservados y discretos en sus logros.
A Melanie, le llevó 3 años obtener inversiones en Silicon Valley. Pero en 2013 Canva se lanzó al mercado con un capital inicial de 3 millones de dólares y con un ex ejecutivo de Google uniéndose a sus filas. Si bien al principio recibió puros rechazos a su proyecto, esto no la hizo desistir y, en cambio, continuó con más fuerza hasta conseguir al inversor que necesitaba para financiar su negocio. Una vez que la puerta había sido abierta, las inversiones llegaron a recaudar 82 millones de dólares.
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El modelo de negocio de Canva se apoya en ofrecer una plataforma online de diseño gráfico y creación de contenido visual. Aunque Canva cuenta con una versión gratuita, también ofrece una opción premium llamada “Canva Pro”, que tiene características adicionales y acceso a una biblioteca de un catálogo más amplio de elementos gráficos y herramientas típicas del diseño, como quitar fondos y más.
Entre los principales aspectos de su modelo de negocio, podemos destacar los siguientes:
Recientemente, la empresa Microsoft lanzó la aplicación Microsoft Designer para generar diseños al instante con inteligencia artificial. Esta nueva apuesta de Microsoft ofrece muchas opciones de diseño fáciles de implementar y además es gratuita. Sin embargo, como todas estas aplicaciones que otorga beneficios, incluye una versión paga para acceder a funciones avanzadas. Integra el conjunto de Microsoft 365 y puede crear imágenes, efectos especiales, plantillas y subtítulos a partir de un texto.
En respuesta al creciente auge de la inteligencia artificial, Canva no piensa quedarse atrás. Es por eso que ha desarrollado funciones de IA con el nombre de Magic, como por ejemplo, Magic Design, que permite crear plantillas de diseño personalizadas a partir de una imagen. Al igual que esta función, Canva incorpora nuevas funcionalidades para ayudar a los profesionales y no profesionales del diseño a crear piezas gráficas en pocos pasos y con buena calidad. Para implementar las herramientas de Magic, Canva trabajó con modelos básicos de OpenAI y Stable Diffusion, pero asimismo estrenó modelos de IA propios.
Melanie Perkins, si bien admite la necesidad de estar a la vanguardia debido a la fuerte demanda de soluciones de inteligencia artificial y la presencia de un mercado sumamente competitivo, deja en claro que “siempre habrá cosas que se pongan de moda y con las que la gente se divierta, pero la gente necesita conseguir sus objetivos”.
De este modo, la CEO de Canva centra sus esfuerzos en añadir mejoras útiles para el diseñador moderno, que pueda aplicar en su entorno de una manera práctica y funcional. ¿Dónde los diseñadores tienen más obstáculos a la hora de diseñar? Pues ahí es donde hay que apuntar para que la mejora agregue valor, según las palabras de Perkins.
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En palabras finales, el caso Canva es un reflejo de la importancia de la constancia para alcanzar cualquier objetivo comercial, que eche raíces a través de un modelo de negocio disruptivo. Sin duda, Melanie Perkins junto a su equipo de Canva ha demostrado de qué manera una fuerte motivación, producto de una necesidad, es un factor clave para el logro de objetivos a largo plazo y cómo hacer frente a un entorno cambiante y competitivo, teniendo una mentalidad de adaptación como estrategia clave para alcanzar el éxito.