La actividad incesante que hay en las empresas genera que sea necesario supervisar constantemente a través de una auditoría interna efectuada por personal de administración las distintas operaciones de las áreas financiera, contable y administrativa que se realizan día tras día para sostener la rentabilidad y productividad empresarial.
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Para el funcionamiento de una empresa se requiere de una administración que actúe para cumplir con los objetivos para los cuales fue creada; sin embargo, también es importante la creación de un órgano que vigile las operaciones de esta y la actuación de la propia administración.
Por tal razón, la labor de supervisión es reconocida en todas partes y cada vez adquiere mayor importancia ante la necesidad de proteger a los ejecutivos de los malos manejos que pudiera hacer la administración, y de que en la empresa exista un órgano que se encargue de garantizar la veracidad de las actividades jurídicas y financieras de la misma.
La auditoría interna es una actividad de evaluación independiente y objetiva para agregar valor y mejorar las operaciones contables, financieras y administrativas de una organización, ayudándole a cumplir sus objetivos, por medio de la evaluación y mejora de la eficacia de sus procesos, y proporcionando así un servicio efectivo a los más altos niveles de la administración.
El auditor interno desarrolla su trabajo en el marco de cumplimiento de las normas internacionales para el ejercicio profesional de la auditoría interna, lo que le da certeza y confianza al Consejo de Administración, de que su trabajo y el resultado de este serán de valía y aplicabilidad para el mejoramiento de los controles y resultados de la entidad.
La finalidad de la auditoría interna es prestar un servicio de asistencia constructiva a la administración, con el propósito de mejorar la conducción de las operaciones y de obtener un mayor beneficio económico para la empresa o un cumplimiento más eficaz de sus objetivos institucionales.
La necesidad de realizar una auditoría interna se pone de manifiesto en las empresas, en la medida en que estas aumentan de volumen, extensión geográfica y complejidad, por lo que hace imposible el control directo de las operaciones por parte de la dirección. De esa forma, los procesos de administración, finanzas, contabilidad y operaciones podrán ser regulados con frecuencia por personal especializado en el área contable.
Existen tres tipos de enfoques sobre auditoría interna, utilizados de forma combinada o de forma separada:
En términos generales, hemos explicado el porqué es necesario efectuar una auditoría interna en las empresas en proceso de crecimiento y cuáles son los tipos más comunes de auditorías que se realizan. Ahora bien, ¿en qué beneficia específicamente a tu empresa hacer una auditoría interna?
Realizar una auditoría interna permite que los planes, políticas de la empresa, control interno y procesos se lleven a cabo de manera satisfactoria. Si existiera alguna dificultad o problema en estos procesos, quedarían al descubierto para ser posteriormente resueltos.
Protege a las empresas de los fraudes y gastos innecesarios que puedan surgir cuando se realizan negocios no rentables a los objetivos de las mismas. De este modo, la auditoría anticipa, como si fuera una alerta de peligro, los riesgos financieros que podrían devenir de proyectos deficientemente ejecutados o acciones mal realizadas, facilitando pautas viables para contrarrestar sus efectos.
Favorece que los medios internos de registro, control y comunicación transmitan información fidedigna, adecuada y oportuna en los distintos niveles de la empresa, responsables del buen funcionamiento de la misma.
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Supervisa las tareas individuales de cada colaborador, a fin de que estas se realicen en tiempo y forma. Parte del correcto funcionamiento de una empresa, además de la claridad con que sean definidos los objetivos y estrategias por los ejecutivos, es el desempeño diario de los colaboradores en las distintas tareas de cada área, ya que de ellos depende también el nivel de productividad que posea.
Y finalmente, entre las principales ventajas que otorga realizar una auditoría interna, está la de poder evaluar la economía de una empresa, según el uso que se está haciendo de los recursos con los que cuenta mes a mes, año a año.
Básicamente, la auditoría interna es una actividad de la que no se puede prescindir en las organizaciones, en función de los beneficios que puede aportar a los administradores de las mismas, por medio de la prevención de inconsistencias en los procedimientos, políticas y controles, permitiéndoles optimizar la protección de sus activos, sus operaciones y, por consiguiente, su desarrollo, crecimiento y resultados financieros.