En un artículo anterior, hablamos sobre las características y los beneficios de trabajar por objetivos en las empresas, ya que permite lograr diversas ventajas a nivel organizacional que favorecen su crecimiento sostenido. A nivel individual, ayuda a los colaboradores a superar dificultades y desarrollar mayores habilidades y competencias para mejorar el rendimiento empresarial.
<<<Una visión más clara: Trabajar por objetivos>>>
A nivel macroempresarial contribuye a planificar una hoja de ruta para los procesos empresariales que están a cargo de todos los trabajadores de la empresa. De esta forma, el factor tiempo deja de suponer un valor superlativo para la dirección y, en cambio, se priorizan otros aspectos más estratégicos que colaboren con el alcance de las metas a corto, mediano y largo plazo.
El objetivo de este artículo es, una vez que tienes claro qué significa trabajar por objetivos, incorporar una serie de pasos para implementar esta fórmula en tu empresa, a fin de que el logro de los mismos sea compatible con el compromiso de tu personal humano.
Para empezar a trabajar por objetivos, es necesario que tus colaboradores sepan qué objetivos deben alcanzar y qué plazo tienen para realizarlo. Pero además es necesario que tu personal completo demuestre verdadero compromiso, actitud responsable y conciliadora para trabajar en equipo, siendo capaces de comunicar las dudas y errores que lleguen a surgir.
Puede que al principio te resulte complicado decidir cómo empezar aunque tengas un listado de objetivos que quieres lograr lo antes posible pero que no sabes cómo procedimentar. Pues aquí te orientamos un poco.
Los objetivos SMART u objetivos inteligentes deben ser específicos, en tanto que no pueden llevar a ningún error de interpretación. Deben ser medibles, ya que deben alcanzarse en un plazo concreto y poder ser evaluados para saber en qué fase están y si se logran o no.
Deben ser asimismo alcanzables, puesto que no deben estar lejos del alcance de los colaboradores ni ser demasiado fáciles de conseguir. Y por último, deben ser realistas para estar dentro de las posibilidades del trabajador, y limitados en el tiempo, ya que se debe definir un plazo para alcanzarlo.
En cada objetivo que diseñes debes tener en cuenta a tus clientes y apuntar directo a tu buyer persona. De ahí en más, enfoca metas orientadas a satisfacer sus necesidades basadas en ese perfil de cliente que elige tu marca. Para lograr esto, gestiona con tu equipo comercial en un CRM todos los leads que se adecúen a tu modelo de negocio.
Del mismo modo, plantéate objetivos que estén alineados con las habilidades de tus colaboradores, a fin de que el trabajo que ellos desempeñen no se contraponga con sus necesidades y aspiraciones personales.
Una vez que tienes definidos los objetivos a lograr, crea el plan de trabajo para llevarlo a cabo. Recuerda delimitar o dividir tus objetivos generales por objetivos que sean más específicos también para cada área.
Por ejemplo, si uno de tus objetivos generales es obtener mayor rentabilidad anual, ¿qué objetivos plantearías desde el área comercial para impulsar este cambio y mejora? Optimizar tu proceso de ventas puede ser un objetivo clave que te ayude tanto a alcanzar tus objetivos comerciales como a lograr el objetivo de rentabilidad.
En toda empresa hay objetivos que requieren mayor urgencia que otros. Por eso es fundamental que priorices e identifiques los principales dolores de tu empresa para poder hacerles frente con acciones coherentes y seguras. Esto significa que deberás ordenar tus prioridades y hacer que tus equipos realicen estas acciones urgentes.
Para trabajar por objetivos, lo ideal es que los departamentos estén alineados en aquellos procesos que demanden mayores esfuerzos entre varios equipos.
Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo del objetivo de aumentar la rentabilidad anual, con que el área comercial genere más ventas no alcanza para tener una empresa rentable, ya que es necesario que marketing aporte leads calificados para que ventas los gestione y contacte.
Al trabajar por objetivos, es imprescindible fomentar y mantener la comunicación con tus colaboradores, ya sea para anunciar las últimas novedades o bien para admitir las opiniones, sugerencias, dudas y objeciones de estos.
En todo caso, una señal evidente de liderazgo y que el trabajo por objetivos está bien dirigido en tu empresa es tener la apertura mental suficiente para aceptar críticas que te permitan implementar cambios cuando la situación lo amerite.
Este paso es obligatorio siempre que vayas a trabajar por objetivos y por proyectos. Los indicadores o KPIs son métricas que te permiten evaluar y tener un control del progreso de las actividades que van a propiciar el logro de los objetivos propuestos.
Como en toda actividad, pueden desencadenarse dificultades, retrasos, cambios, malas interpretaciones, etc. Por lo tanto, es ahí donde los indicadores serán tu salvación aportando esos datos tan valiosos que podrán ayudarte a tomar mejores decisiones y, en muchas ocasiones, anticiparte a los problemas evitables.
Tanto si trabajas por objetivos como si trabajas por proyectos, contar con herramientas tecnológicas te ayudará a ahorrar tiempo y dinero para prestar atención a lo que realmente importa: cumplir con objetivos que generen valor en lugar de perder el tiempo con procesos manuales que los postergan indefinidamente.
<<<3 ventajas de establecer objetivos claros en mi empresa>>>
En definitiva, trabajar por objetivos te dará una visión más clara y ordenada de lo que quieres lograr con tu empresa en determinados momentos, percibiendo y detectando oportunidades de mejora que te hagan mucho más competitivo y astuto en un mercado salvaje como una jungla.