Lo principal es enfocarnos en ¿qué es el marketing?, de acuerdo a una traducción literal del inglés al español veremos que significa “MERCADEO” o “MERCADOTECNIA”. En su uso cotidiano debemos entender al marketing como aquella disciplina que se responsabiliza de estudiar el comportamiento de los mercados y de las necesidades de los consumidores. El marketing analiza la gestión comercial de las campañas con el fin de atraer, captar, retener y fidelizar a los clientes a través de la satisfacción de sus necesidades y deseos.
En la actualidad nos encontramos frente a dos tipos de marketing, tenemos por un lado el marketing tradicional que surgió hace varios siglos con la creación de los medios impresos y desde entonces se ha propagado por todos los medios de comunicación. Por otro lado, tenemos al inbound marketing, que con sus estrategias presenta una alternativa al marketing tradicional y ofrece una manera más cálida, agradable y voluntaria de observar el material publicitario.
Una vez que tenemos en claro la diferencia entre ambos tipos de marketing nos enfrentamos a varias incógnitas, como ¿qué método será más ventajoso para mi empresa de logística?, ¿cómo se desempeña uno u otro método?, ¿cuál resulta más económico?, estas, entre muchas preguntas más que pueden surgir obtendrán su respuesta una vez que analicemos cada una de las diferencias entre ambas estrategias. Entre las más importantes encontramos las siguientes:
Si ponemos en una balanza al marketing tradicional vs. Inbound marketing podremos observar que el marketing tradicional cada vez se hace más difícil. Esto es debido a que ya pocas personas quieren recibir un folleto en la calle, por cuestiones de tiempo muchas no se detienen a ver un anuncio de televisión o a leer un cartel o valla publicitaria.
El Inbound marketing trabaja de una manera diferente, este no pretende incurrir bruscamente sobre la atención de las personas, sino que se basa en atraer de forma natural mediante contenidos llamativos, emotivos y de alta calidad y relevancia para la persona a la que van dirigidos.
El Inbound marketing cuenta con la ventaja principal de que puede ser programado, gestionado y medido por herramientas tecnológicas y software moderno. De esta manera, avanza sobre las técnicas de marketing tradicionales, ya que estas requieren de una manipulación constante por parte de personas, tanto para su difusión en medios de comunicación como para su distribución manual.
Debido a que el Inbound marketing no requiere material físico, ya que todo el contenido se esparce por las redes sociales, blog, páginas web, etcétera, suele ser más económico que el marketing tradicional. En cuanto a la relación inversión – efectividad, la balanza también se inclina a favor del Inbound marketing.
Cuando aplicamos las estrategias del marketing tradicional en nuestra empresa de logística, no tenemos garantías de que aquella persona que reciba la información, publicidad, folleto esté realmente interesada en nuestro servicio. Sin embargo, aquellos individuos que son atraídos por el Inbound marketing llegaron a nosotros porque algo les resultó interesante, por tanto, hay una mayor posibilidad de que ese interés se convierta en una venta.
El marketing tradicional, por lo general, requiere que para poder comunicarse u obtener mayor información las personas deban dirigirse al punto de venta y los clientes suelen evitar esto y se conforman con la poca información que recibieron.
En contraposición, el Inbound marketing brinda a las personas la posibilidad de interactuar desde la comodidad que le brida internet, pudiendo así evacuar sus dudas y permitiendo al vendedor darle mayor información y más detallada. Esto puede lograrse debido a que se apoya en los chats y servicios de mensajería que aportan los blog, páginas y redes sociales. El Inbound marketing hace que el cliente (o futuro cliente) se sienta menos comprometido al preguntar.
Concluyendo, debemos tener siempre en cuenta que el marketing evoluciona rápidamente y se adapta constantemente a los nuevos requerimientos de millones de personas y empresas. En nuestra empresa de logística, debemos encaminar nuestros esfuerzos a captar la atención de aquellos individuos que se consideran potenciales clientes; para así, finalmente, poder comenzar con la transición del marketing tradicional a Inbound.