“No hay mal que por bien no venga'', suele referir un antiguo dicho frente a una adversidad que, sin embargo, trae consigo un cambio positivo para el futuro. Esto mismo lo podemos aplicar al efecto que la pandemia provocó en todos los sectores de la industria, pero en especial, en la industria minera, de la cual hablaremos en este artículo.
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Decíamos que la irrupción de la pandemia provocó una crisis a nivel mundial, obligando a las empresas a repensar la manera de llevar adelante sus negocios sin morir en el intento. Ese fue el primer desafío: sobrevivir. Luego vendría la adaptación a lo que no se podía cambiar. Y el resultado de tanto esfuerzo fue la aceleración de los tiempos de implementación de la transformación digital.
Así pues, en Latinoamérica, la industria minera se enfrenta a los exigentes desafíos de la transformación digital en estos momentos de incertidumbre para la economía, porque parte de esa nueva normalidad implica incorporar soluciones tecnológicas que le permitan dar continuidad al trabajo que realizaban de manera efectiva y apuntando a la mejora de sus procesos.
De este modo, a través de la captura y analítica de datos, la inteligencia artificial, algoritmos avanzados, geolocalización y monitoreo inteligente se puede lograr una precisión eficaz en las operaciones de la gestión de activos industriales.
Cuando ya asumimos que la crisis sanitaria se extendería más allá de 2020, a finales de este año las economías latinoamericanas registraron un notable incremento de la producción minera. Según los informes del Banco Mundial, minerales como el grafito, litio y cobalto, podrían experimentar un aumento de casi el 500% de aquí a 2050, para satisfacer la creciente demanda de tecnologías de energía limpia.
Sin embargo, algunas estimaciones indican que se necesitarán más de 3 mil millones de toneladas de minerales y metales para la implementación de energía eólica, solar y geotérmica. Del mismo modo, se requerirá almacenar suficiente energía para reducir la temperatura por debajo de los 2° en el futuro, así se facilita aún más la explotación minera.
Cuando la industria minera asimila la transformación digital para automatizar sus procesos, podemos hablar de minería 4.0. Para esto, llevar la industria minera a ese nivel de excelencia requiere de la incorporación y adecuación de diferentes tecnologías transversales que alimenten al ecosistema tecnológico para la optimización de cada área.
Entre los grandes desafíos de la transformación digital en la industria minera que más despiertan el interés y preocupación de los especialistas en el sector son los siguientes.
Estos desafíos se han convertido en la "nueva normalidad" de la industria, lo que ha llevado a los mineros a repensar drásticamente los procesos existentes para desbloquear oportunidades incomparables para la creación y captura de valor. Las tecnologías digitales surgieron como la solución adecuada para traer el cambio transformacional requerido.
La transformación digital es una gran promesa para la industria de la minería y los metales que necesita desesperadamente un cambio de imagen. Puedes crear un negocio más ágil y rentable, con una mejor toma de decisiones y empoderamiento de los colaboradores.
Además, la digitalización puede reducir la incertidumbre geológica, la volatilidad del mercado y los riesgos operativos, y mejorar la salud, la seguridad y el impacto ambiental.
Las empresas mineras deben integrar el pensamiento, los procesos y las estructuras digitales en toda su organización para aprovechar todo el valor de la digitalización. Si bien muchas mineras se esfuerzan por lograr una verdadera transformación digital, carecen de visibilidad real y luchan por ejecutar una estrategia digital eficaz.
Las empresas mineras deben desarrollar una estrategia digital a nivel empresarial que defina claramente el valor que generarán las iniciativas digitales para la organización.
La estrategia debe ofrecer una transformación empresarial digital a la velocidad que logre los objetivos a corto plazo y, al mismo tiempo, garantizar la flexibilidad para permitir la transformación a largo plazo. Además, debe considerar todos los productos y plataformas que conforman una solución completa para toda la futura industria minera digital.
Las organizaciones deben implementar una amplia gama de capacidades digitales para automatizar las operaciones centrales en la cadena de valor de la minería.
Por ejemplo, IoT y Machine Learning deben usarse para automatizar y mejorar la confiabilidad de los equipos y camiones de minería, sensores para capturar datos en tiempo real, drones para recolección de datos, inspección y control de existencias, y wearables para mantenimiento de campo y seguridad del operador.
Aunque los beneficios directos de la automatización y la digitalización son significativos, se obtendrá un mayor valor solo cuando los datos se utilicen para planificar, optimizar e integrar las actividades en toda la cadena de valor.
Las empresas mineras deben desarrollar e implementar la ciencia de datos y las habilidades analíticas, así como las plataformas de datos fundamentales y las herramientas analíticas para reunir datos a lo largo de la cadena de valor en múltiples horizontes de tiempo.
Esto ayuda a mejorar la planificación, el control y la toma de decisiones para optimizar los sistemas y operaciones de complejidad desde la mina hasta el cliente.
El efecto dominó de la transformación digital irá más allá de las operaciones mineras centrales a los procesos y sistemas de soporte como suministro, recursos humanos y finanzas.
Por lo tanto, las empresas deben volver a imaginar la planificación de recursos empresariales (ERP) y otros procesos utilizando soluciones digitales que permitan el bajo costo de propiedad y las últimas interfaces de usuario.
Se debería utilizar la automatización robótica de procesos (RPA) para automatizar las actividades manuales repetitivas y reducir los costos y errores en los procesos de soporte administrativo y los servicios compartidos.
La transformación digital en la industria minera intensiva en mano de obra tendrá un impacto significativo en la fuerza laboral de muchas maneras. La mina digital puede emplear una fuerza laboral diversa, incluidos los colaboradores en tierra, en el exterior, distribuidos, remotos, móviles y conectados, con una mayor interacción hombre-máquina.
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El camino que presenta estos desafíos de la transformación digital en la industria minera se transita con la capitalización de la nueva tecnología, la cual requiere que los líderes empresariales adopten una nueva forma de operar, la toma de decisiones basada en datos y diversas habilidades y capacidades para la mejora de sus procesos a partir de la automatización.
Esta será una tarea abrumadora para las empresas mineras, que a menudo se encuentran en una situación de escasez de talento digital. Deben contratar nuevas herramientas mientras apoyan a su fuerza laboral experimentada para hacer la transición con éxito.
No obstante, llegará el momento crucial de elegir un único ecosistema tecnológico-digital que sea el que pueda integrar y armonizar todos estos subsistemas en pos de la mayor eficiencia posible de alcanzar.