Las empresas como las personas atraviesan distintas etapas en su escala de desarrollo o evolución. Las más exitosas se preocupan por mantenerse actualizadas constantemente en cuestión de tecnologías y estrategias de gestión empresarial y también actualizar las competencias de sus colaboradores brindándoles capacitación continua.
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Pero si bien dirigir una empresa implica mantener un movimiento constante de personas que propongan ideas de renovación cada cierto tiempo, para evitar el estancamiento, lo cierto es que muchas veces cuando no existe un riesgo real que imponga un desafío a esa estabilidad desesperante, muchas empresas permanecen en su zona de confort y así transcurre el tiempo sin advertir las distintas señales del declive empresarial.
¿A qué nos referimos con “declive empresarial''? Consideramos que una empresa está atravesando por un declive empresarial cuando se aleja de entregar valor a las partes valiosas que forman parte de ella y la sostienen.
No necesariamente tiene que vender menos, pero sí influye significativamente, ya que una baja en las ventas es un síntoma de que algo se está dejando de hacer, pero las causas pueden ser diversas, desde elaborar productos o servicios de menor calidad hasta reducir la publicidad en redes o la cantidad de contenidos relevantes en su sitio web.
Además, una baja en las ventas puede representar una amenaza para el futuro de la empresa porque una empresa que no vende, se funde. El declive empresarial, creemos, apunta a un estadío previo a la quiebra de una empresa, ya que durante el declive aún es posible tomar decisiones y generar medidas para evitar llegar a la quiebra o a concurso.
En este artículo, vamos a enfocarnos en identificar las principales señales del declive empresarial, a fin de que puedas evitar que se manifieste en tu empresa o detener su avance.
Cuando una empresa es relativamente joven, es muy probable que la mayoría de sus colaboradores sean igual de jóvenes, porque se trata nada menos que de un emprendimiento iniciado entre pocas personas que se convierte en empresa pyme, y si realiza una buena gestión, es factible su crecimiento y consolidación dentro del mercado.
Pasan los años y la empresa se nutre de gente de diversas edades, pero continúan los que la fundaron. Los jóvenes del comienzo ganan en edad y en experiencia, mientras que talentos más jóvenes que estos se suman a sus filas para aportar nuevas ideas. Hasta ahí todo marcha sobre ruedas, la empresa acumula trayectoria y los colaboradores del inicio deben asumir el compromiso de entrenar a los nuevos profesionales contratados.
Tu equipo de los inicios intentará inculcar a los nuevos colaboradores la cultura de la empresa según su misión, visión y valores que se fueron construyendo en años de gestión y aprendizaje.
En respuesta a este entrenamiento, los jóvenes contratados buscarán por todos los medios encajar en el perfil de la empresa, pero a veces puede ser difícil transmitir un modelo de negocios ya establecido a personas que recién están dando sus primeros pasos en el mundo de las empresas, en donde sus experiencias, intereses y ambiciones son diferentes.
En esa barrera generacional de diferencias puede manifestarse una de las primeras señales del declive empresarial: el conflicto entre los antiguos colaboradores y los nuevos. Las razones pueden ser diversas, desde la brecha generacional que divide intereses y metas hasta celos profesionales y competencia entre colegas.
Para evitar esta situación en el tiempo, debes llegar a un consenso con el personal para que se dejen a un costado las rivalidades, puesto que todos merecen un lugar destacado dentro de la empresa.
Cada colaborador es importante, no solo por sus habilidades sino a nivel humano para sostener emocionalmente al compañero cuando lo necesite. Generar confianza y fomentar la solidaridad son piezas clave para lograr un excelente clima laboral sin importar la edad del personal.
En una empresa saludable, hay colaboradores que abandonan la empresa pero también existen otros que ingresan para revitalizar el entorno laboral. Por eso se dice que una empresa es permeable cuando sus trabajadores salen y entran sin que por ello se vea afectada la identidad empresarial.
Las empresas que presentan señales del declive empresarial suelen tener fuga de trabajadores aunque también haya un número considerable de personas.
Otra de las señales del declive empresarial es negarse a innovar o a cambiar de estrategia. Las innovaciones en tecnologías son necesarias para la permanencia porque ayudan a la optimización de los procesos y de toda la gestión departamental.
Al mismo tiempo, estas deben adecuarse a los cambios de paradigma de cada época; por ejemplo, en medio de la pandemia del coronavirus, una campaña de marketing debe atraer a público que le permita adquirir sus productos sin moverse de su casa, o por lo menos, interactuar lo menos posible con gente.
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Asimismo, otra de las señales del declive empresarial es conformarse con los clientes más fieles en lugar de ampliar el horizonte de difusión de tus campañas de marketing. Si bien es positivo retener a los clientes de toda la vida, no hay que dejar que se convierta en un vicio, ya que los nuevos clientes son tan necesarios como los que ya tenías, porque te plantearán nuevos desafíos para crear productos o servicios que puedan satisfacer mejor sus necesidades y mejorar su calidad de vida.
De este modo, podrás seguir brindando tu servicio a los clientes ya fidelizados y agregar nuevos que conozcan los beneficios de comprar tu marca.
Aunque parezca una paradoja, en un modelo de negocio particular de una empresa, se considera una señal de declive empresarial que de repente deje de haber otros competidores del mismo rubro, porque significa que ese modelo de negocio en particular, que puede ser, por ejemplo, un servicio de transporte público como los taxis, está dejando de ser rentable porque los clientes encontraron otro modelo de negocio significativamente más conveniente para utilizar.
Entonces, la competencia no se da en el mismo modelo de negocio sino a partir de la irrupción de otro similar pero con ligeras diferencias ventajosas para las personas. En ese contexto, el modelo de negocio tradicional tiende a estancarse y las empresas, en este caso el servicio de transporte de taxi, abandonan la actividad que realizaban para dedicarse a otro negocio más rentable para la gente.
En tanto que el modelo de negocio nuevo se perfila para reemplazar al modelo estándar. De ahí que hablemos de un declive empresarial por nuevos competidores fuera del modelo de negocio tradicional de un rubro en particular. En consecuencia, el nuevo modelo de negocio adquiere mayor valor para los consumidores por el solo hecho de hacer lo mismo pero de forma diferente.
En conclusión, reconocer estas 5 señales del declive empresarial te ayudarán a tomar las acciones necesarias para evitarlas, a fin de que tu empresa cambie el curso de la historia siguiendo patrones diferentes basados en innovaciones, un entorno de trabajo colaborativo, una propuesta de valor inclusiva de colaboradores a clientes, entre las más importantes que harán a tu compañía escalar airosa sin sufrir nuevas mesetas indeseables.