La gestión de proyectos se apoya en el uso de distintas metodologías para poder aumentar su eficacia y disminuir los errores. Existen muchas metodologías y algunas empresas no usan una puntual, sino que utilizan una variedad de estas para poder gestionar sus proyectos a diario.
Pero en este caso nos centraremos en las metodologías ágiles y cuando hablamos de metodologías ágiles nos estamos refiriendo a aquel conjunto de tareas y procedimientos que nos permiten transformar nuestros proyectos de trabajo posibilitando a nuestra empresa gestionar proyectos de forma flexible, autónoma y eficaz reduciendo los costes e incrementando su productividad.
Existen muchas razones por las cuales son tan importantes estas metodologías y por qué deben usarse, algunas de estas razones son:
- Mejora de la motivación e implicación del equipo de desarrollo, esto es debido a que las metodologías ágiles permiten a todos los miembros del equipo conocer el estado del proyecto en cualquier momento.
- Permite ahorrar tiempo y costos, ya que ayuda a cumplir de manera estricta el presupuesto y los plazos pactados.
- Trabaja con mayor velocidad y eficiencia esto se logra porque se realizan entregas parciales del producto, por lo tanto permite entregar nuevas versiones en menos tiempo.
- Gracias a las entregas parciales se logra eliminar cualquier característica innecesaria del producto.
- Mejora la calidad del producto, porque hay una continua interacción entre los desarrolladores y el cliente, logrando que el producto final sea lo que el cliente busca y necesita.
- Ayuda a detectar de forma rápida cualquier error o problema que pueda ocurrir a lo largo del proyecto.
Viendo estas características debemos tener en cuenta que las metodologías ágiles ayudan a MEJORAR LA SATISFACCIÓN DEL CLIENTE.
Hay muchas metodologías ágiles y estas se guían a través de un patrón establecido en el MANIFIESTO ÁGIL. Este manifiesto fue escrito por varios autores y establece los 12 principios en los que debe basarse un software ágil y están agrupados en cuatro valores fundamentales:
- Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
- Software funcionando sobre documentación extensiva.
- Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
- Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan.
Pero ¿cuáles son los tipos de metodologías ágiles más utilizadas por las empresas en la actualidad?
- PROGRAMACIÓN EXTREMA: Este software es conocido por sus siglas XP (eXtreme Programming), es una metodología que se basa en un conjunto de reglas para el desarrollo de software en ambientes cambiantes por lo que está enfocada en la retroalimentación continua entre en cliente y el equipo de desarrollo. XP tiene como base la simplicidad y como objetivo la satisfacción del cliente.
- SCRUM: Esta metodología trabaja con el ciclo de la vida iterativo e incremental, donde se va liberando el producto de forma periódica aplicando las buenas prácticas del trabajo colaborativo, este trabajo en equipo facilita solucionar de manera rápida los problemas que puede ir surgiendo en el desarrollo del proyecto. SCRUM está especialmente indicado para proyectos en entornos donde se necesitan obtener resultados rápidos y se basa en los siguientes aspectos: INNOVACIÓN, PRODUCTIVIDAD, FLEXIBILIDAD Y COMPETITIVIDAD.
- KANBAN: Proviene de una palabra japonesa que significa “TARJETA VISUAL”, requiere una comunicación en tiempo real sobre la capacidad del equipo. La aplicación del software KANBAN es muy sencilla y, gracias a eso, simplifica la planificación y la asignación de tareas; se compone de un tablero donde se presentan los procesos de flujo de trabajo, este debe constar de por lo menos tres columnas (pendiente, en proceso, terminado) y las “tarjetas visuales” deberán pasar por cada una de esas etapas hasta su finalización.
En conclusión, las metodologías ágiles comparten ciertas características, buscan la interacción de los miembros del grupo de trabajo, siempre con la finalidad de satisfacer al cliente. Estas metodologías no se limitan solamente al desarrollos de software, sino que también con ellas se pueden gestionar cualquier tipo de proyectos. Y están basadas en tres pilares fundamentales: INSPECCIÓN, ADAPTACIÓN Y TRANSPARENCIA.