La palabra productividad es, posiblemente, una de las más escuchadas y utilizadas en el ámbito empresarial y de negocios. Sucede que cualquier organización, indistintamente del rubro, permanentemente aspira a optimizar su tiempo y aumentar su productividad, para poder lograr sus objetivos comerciales y obtener cada vez mejores resultados.
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Ahora bien, ¿qué sucede cuando la productividad en una compañía se ve estancada o, más aún, disminuye, y por consiguiente no se llega a cumplir con los objetivos estratégicos? ¿Cómo se puede hacer para detectar cuáles son los factores que afectan la productividad y tratar de evitarlos?
En este artículo vamos a abordar esas preguntas y a exponer algunos de los principales factores que afectan a la productividad, así cómo también información útil sobre cómo identificarlos para poder plantear alternativas de soluciones posibles.
Para poder responder a esta pregunta de manera más detallada, vamos a dividir estos factores en dos grandes tipos: internos y externos. Luego, en cada tipo vamos a dejar un listado de los factores que afectan la productividad con mayor frecuencia en diferentes organizaciones.
Sin dudas, este es uno de los principales factores que pueden afectar la productividad de una empresa. En necesario asegurarse de que los colaboradores cuentan con el conocimiento, las habilidades y las competencias pertinentes para llevar adelante sus tareas y contribuir a los objetivos comerciales. Aquí el rol de los responsables de RRHH es clave porque son ellos quienes deben encontrar a los talentos adecuados para cada puesto.
La ineficiencia en los procesos puede aparecer de diferentes formas, por ejemplo, cuando hay falta de comunicación entre las áreas de la empresa y estas comparten objetivos o cuando no hay coordinación en un equipo de trabajo. También se manifiesta cuando existen procedimientos y formas de hacer que ya quedaron obsoletas y solo ralentizan las tareas. Estas cuestiones pueden generar demoras, malestar, conflictos, etc., y todo ello afecta a la productividad.
Este factor se puede identificar cuando aparecen cuestiones como una cultura organizacional deficiente, líderes conflictivos, falta de comunicación, espacio físico descuidado o inadecuado, entre otras. Todas estas malas condiciones se van a ver reflejadas en falta de motivación e incentivo para cumplir las tareas y, por tanto, se transmitirán a la productividad.
La falta de equipamiento o la infraestructura tecnológica obsoleta pueden limitar la eficiencia y la productividad de una empresa. Lo ideal es que cada área cuente con la mayor cantidad de herramientas necesarias para hacer sus tareas más rápido y con resultados de calidad. Asimismo, es importante conocer y adoptar las nuevas tecnologías o herramientas que vayan apareciendo en el rubro, para mantener y mejorar la productividad.
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Las situaciones de crisis sociales, políticas o económicas en el país o región en la cual está inserta la compañía pueden afectar directamente a la productividad. Esto puede provocar que haya que hacer reducción de personal, que los colaboradores estén afectados emocionalmente o que se debilite el mercado y, por tanto, la demanda de productos y servicios. Estas cuestiones, entre otras posibles, influirán en la producción y la productividad.
Por diferentes motivos, ya sea cambios en los hábitos y tendencias de consumo o aparición de alternativas más innovadoras o eficientes, puede que el sector particular de la empresa atraviese un mal momento y se reduzca la productividad. En estos casos lo ideal es realizar un estudio de mercado y entender qué está sucediendo y luego buscar alternativas viables para volver a aumentar la productividad y rentabilidad de la empresa.
En empresas que dependen de una o varias materias primas específicas para llevar adelante su producto final, una situación de escasez de las mismas puede ser grave y sin dudas repercutirá en la productividad, ya sea porque directamente no es posible producir o porque se elevan demasiado los costos para obtener ese recurso. Dependiendo de cuál sea la situación, habrá que buscar opciones para mantener la compañía en funcionamiento y poco a poco ir recuperando la productividad.
La aparición de nuevos competidores o cambios en las estrategias de los ya existentes pueden influir y dañar la productividad. Las empresas deben ser capaces de sacar provecho de esa presión competitiva para motivarse y mejorar la eficiencia y productividad, y lograr destacarse en el mercado.
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Siempre pueden aparecer factores que afectan la productividad de una empresa. Lo importante es mantenerse alerta y atento, y poder detectarlos lo antes posible para poner manos a la obra y trabajar en revertirlos.
Cada vez que surja una disminución de la productividad se debe tomar como una oportunidad de revisión de la situación actual y posterior mejora para apostar a un futuro empresarial más fuerte y próspero.