Una empresa se organiza bajo una estructura funcional que retroalimenta un número de áreas diferenciadas a partir de los conocimientos comunes, en donde se busca que un equipo de personas realicen un trabajo similar o que tengan las mismas habilidades y calificación para trabajar en equipo, respondiendo a las órdenes de un jefe de área.
Cada jefe de área se comportará como un líder para todos los colaboradores de su equipo, organizando tareas, definiendo objetivos, para los cuales necesitará del compromiso de cada uno para cumplirlos en los plazos requeridos. Además, las áreas de cada empresa están divididas por funciones y tareas bien diferenciadas.
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Entre las principales áreas diferenciadas que podemos encontrar en las empresas se destacan: dirección, marketing, ventas, producción, recursos humanos, logística, gestión de proyectos, contabilidad y finanzas, y servicio de atención al cliente. Puede haber otras dependiendo del sector al cual la empresa pertenezca.
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Área de dirección: implica un área imprescindible dentro de cualquier empresa porque es nada menos que la cabeza que la sostiene. Lleva el timón de la empresa, establece los objetivos y la dirige hacia ellos. Está relacionada con el resto de áreas funcionales, puesto que es el departamento que controla y dirige todas las áreas de trabajo que se integran dentro de la empresa.
Área de marketing: su función principal es manejar y coordinar estrategias de ventas, a fin de lograr posicionar a una empresa en el mercado, incrementando sus ventas e ingresos.
Es la encargada de atraer clientes potenciales a la empresa a partir de la gestión y elaboración de contenido de valor a través de distintos canales de difusión, como pueden ser las redes sociales y un sitio web, para generar un llamado a la acción de parte de los usuarios que ingresen a las plataformas de contenido, permitiendo que estos puedan acceder a este para dar respuesta a sus necesidades.
Área de ventas: está orientada al exterior. En esta área se plantean las estrategias que la empresa seguirá en el área de marketing, en los mercados donde la empresa opera, los segmentos de mercado, el ciclo de vida de los productos, diseño de nuevos productos o implementación de tecnologías para aumentar las ganancias.
Área de producción: en esta área se lleva a cabo la producción de bienes que después comercializará a los centros de distribución, mercados y tiendas de ventas.
Área de contabilidad y finanzas: todas las empresas cuentan con esta área, ya que es obligatorio que se lleve un registro contable. En esta actividad se tendrá en cuenta todos los movimientos de dinero, tanto dentro como fuera de la empresa.
Área de logística: su función principal es la planificación y la gestión de flujo de materiales de la manera más eficiente entre los proveedores de la empresa, los clientes finales, incluyendo la creación e implementación de sistemas de control y mejora de sus procesos.
Área de recursos humanos: se encarga de organizar y maximizar el desempeño de los funcionarios o capital humano en una organización o empresa con el fin de aumentar la productividad. Además, se ocupa también de efectuar la selección consciente y analítica de talentos para cada área.
Área de gestión de proyectos: es la encargada de administrar y gestionar los proyectos a realizar por un equipo de proyectos especializado que atraviese cada etapa de los mismos y pueda finalizarlos y entregarlos a los clientes en el plazo establecido por el director de proyectos, atendiendo a las necesidades y urgencias de los mismos.
Área de servicio de atención al cliente: se trata de un área de desarrollo, la cual va a focalizarse en descubrir qué áreas necesitan mejorar su eficiencia. Asimismo, va a contribuir a marcar las tendencias del mercado y brindar, sobre todo, atención personalizada o no, a los clientes que necesiten respuestas rápidas a problemas o dudas puntuales para mejorar la experiencia con los productos o servicios de la empresa.
El hecho de poder tener áreas diferenciadas dentro de tu empresa te va a permitir alcanzar los objetivos y metas propuestas, gracias al trabajo en conjunto de cada área en pos de lograr estos objetivos en común. Al mismo tiempo, cada área definirá sus propios objetivos estratégicos a cumplir, a fin de acortar y facilitar los caminos para alcanzar los objetivos generales.
La división en áreas o departamentos favorece organizar mejor el trabajo productivo y comercial de la empresa. De esta manera, se dividen mejor las actividades y tareas de acuerdo a personal idóneo y calificado para realizarlos, y se evita la sobrecarga de trabajo y la pérdida de tiempo con actividades que serán realizadas por colaboradores capacitados para efectuarlas de forma eficaz, eficiente y rápida.
Esto es muy importante, ya que todos los integrantes de una empresa saben perfectamente cuáles son sus funciones, pero aunque parezca obvio, no en todas las empresas están bien delimitadas las funciones por departamento y por colaborador, en especial en las empresas emergentes o familiares, cuyas aspiraciones comerciales de la empresa tienden a mezclarse con las aspiraciones individuales.
Pero cuando los objetivos de las áreas diferenciadas dentro de tu empresa están alineados es más fácil identificar precisamente los problemas de división de poder que pueden surgir como consecuencia de no delegar correctamente las responsabilidades y tener un control de las actividades que se llevan a cabo en cada área y los resultados que van obteniendo, a fin de establecer con indicadores si son funcionales a los objetivos de la empresa.
En definitiva, para mantener una organización eficiente y estructural es muy importante contar con áreas diferenciadas dentro de tu empresa, ya que de esa forma se priorizan por sector a las funciones específicas que realizan los equipos de colaboradores para asegurarse de que tu compañía avance por el camino del éxito, conforme a los objetivos, valores y cultura que promueve tu empresa desde su concepción como negocio.