Desde que Chat GPT irrumpió en el escenario tecnológico, mucho se ha hablado de esta herramienta, que permite dar respuesta a distintos interrogantes utilizando Inteligencia Artificial.
De forma gratuita y con libre acceso para quien desee utilizarlo, Chat GPT es un modelo de lenguaje que imita la escritura humana y proporciona respuestas en cuestión de segundos, acerca de temas de cualquier índole. Esta tecnología ha llegado para revolucionar distintos ámbitos, como el sector educativo, las redacciones informativas, los negocios y también la programación web. Sin embargo, aún hay desconfianza sobre su aplicación y los límites sobre qué tan lejos puede llegar el uso de la IA, temiendo que suplante al trabajo humano.
Chat GPT ha tenido un crecimiento exponencial en poco tiempo: logró entre un lunes y un viernes lo mismo que Netflix en más de tres años o lo que Twitter en 24 meses. Por esta razón, gigantes tecnológicos como Google, han puesto atención a esta herramienta (desarrollada por OpenIA, de Elon Musk) para experimentar su competencia.
Sin embargo, a diferencia del clásico buscador de información de Google, Chat GPT genera una respuesta automática mediante información que va recolectando. El dilema es: ¿Chat GPT monopoliza la información? ¿Se genera una única respuesta?
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A diferencia de un buscador clásico en Internet, donde en una primera página se posicionan diferentes resultados, en un sistema como Chat GPT se escribe una búsqueda específica y se arroja un párrafo escrito con un solo resultado. Mientras más precisa sea la pregunta, más larga y con mayor información será la respuesta. Sin embargo, el usuario no tiene la posibilidad de elegir la fuente de información.
Por esta razón, se considera que a medida que avancen las herramientas de Inteligencia Artificial (y que se integren cada vez más en los buscadores de internet), la barra de búsqueda puede dejar de ser una realidad, para dar paso simplemente a tener una conversación con una máquina.
Los usuarios de Chat GPT eligen confiar en un chatbot para resolver situaciones de la vida cotidiana, estudiar, trabajar o simplemente, absorber conocimiento. Pero, a diferencia de los buscadores que utilizamos hasta el momento, cada búsqueda arroja un resultado, por lo que no hay otras opiniones para contrastar.
En este sentido, al utilizar Chat GPT no hay pluralidad de voces, no se especifica la fuente de información, ni citas de autoridad. No se aclara quienes son los autores, ni información bibliográfica, ni referencias precisas. Otro aspecto no muy favorable de Chat GPT es que la información mediante la cual se generan las respuestas está actualizada hasta 2021, por lo que muchos datos informativos más recientes no están disponibles o pueden ser erróneos.
Más allá de sus aspectos favorables y la aplicación que puede tener para distintas áreas, Chat GPT elige qué quiere mostrar y qué ocultar. Esto hace que, pese a las muchas facilidades que otorga, no sea aún del todo confiable.
Corresponde entonces, ver cuál será el futuro de esta herramienta aún es incipiente, aunque su dirección y crecimiento están en pleno auge.
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Así como en artículos anteriores expusimos las grandes oportunidades que proporciona Chat GPT, en este caso optamos por analizar el lado B. En este sentido, así como reconocemos para qué sirve y qué nos aporta en distintos planos, también indicamos que su uso es un aporte a ciertos procesos, pero no por ello deja de tener falencias: confiar en una única voz sin apoyarse de la razón humana puede ser un problema. Lo importante es conocer en qué aspectos sirve para aumentar la productividad de ciertas actividades y cuándo es mejor confiar en otras fuentes de información.