Finalmente, los argentinos se pronunciaron en las urnas el 19 de noviembre pasado y decidieron que en la instancia de balotaje el candidato por la Libertad Avanza, Javier Milei, se consagre como el nuevo presidente, por una amplia diferencia de votos con respecto a su rival de Unión por la Patria, Sergio Massa. El próximo 10 de diciembre asumirá el nuevo presidente electo y ya podemos anticipar las principales medidas de Milei que definirán el futuro económico en Argentina.
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Ante el hartazgo de gran parte del pueblo argentino contra la incesante inflación y devaluación, generadas durante el gobierno actual de Alberto Fernández, fue erigida una figura política y mediática de ideas radicales, que comulgan en gran medida con las políticas ultraderechistas de Javier Bolsonaro y Donald Trump. Autoproclamado libertario, Milei ha diseñado un paquete de medidas drásticas para sacar a la Argentina de la crisis económica en la que está sumergida desde hace más de 10 años.
Incluso, algunas de ellas pueden resultar muy polémicas y tener un impacto negativo en los sectores más desprotegidos de la población, que no podrán hacerle frente a los ajustes de los servicios públicos, ante la advertencia de una quita o al menos reducción de los subsidios, con el objetivo de reducir el déficit fiscal y el alza de la inflación. Medidas drásticas con la promesa de un bien mayor. ¿Es posible? Veamos en este artículo en qué consisten estas medidas con que el presidente electo piensa resolver el futuro económico en Argentina.
Es una de las medidas más fáciles de implementar porque no requiere pasar por el Congreso, sino que con una resolución de las dependencias del Poder Ejecutivo, que son entes reguladores de los servicios públicos, alcanzaría para hacer efectiva la medida. Lo mismo ocurriría con la Secretaría de Transporte para los boletos de trenes y colectivos en el AMBA.
Con el fin de achicar el déficit fiscal de las empresas públicas, Milei propone ceder Aerolíneas a los empleados, eliminar los subsidios del Tesoro a la firma y generar un libre mercado. Como los aportes del Estado son altos para esta empresa, requerirá de la autorización del Congreso para llevar a cabo el traspaso. Para que tenga lugar esta sucesión, los trabajadores deberían conformar una cooperativa y el Estado transferirle esos recursos.
Desde 2019, aproximadamente, se vienen ejecutando una serie de restricciones para acceder a las divisas o a las compras en cuotas. Revertirlas va a requerir resoluciones del Banco Central. El cepo actual incluye medidas financieras o impositivas que no necesitan pasar por el Congreso para eliminarlas. No obstante, eliminar el impuesto país si va a requerir la intervención del Congreso, ya que fue creada por la ley de Solidaridad Social y Reactivación productiva, y tuvo una vigencia de 5 períodos fiscales.
Esta medida de desregulación del mercado inmobiliario no es tan fácil de llevar a cabo, ya que es necesario el voto no solo del Poder Ejecutivo sino también del Congreso. Si Milei quiere materializar esta derogación deberá negociar con otras entidades políticas con las cuales haya establecido un consenso, pero quien tiene la última palabra es el Congreso. Básicamente, de hacerse efectiva esta medida, las inmobiliarias podrían imponer las condiciones de alquiler que más les favorezca, en detrimento de las condiciones de los inquilinos.
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El Poder Ejecutivo no puede influir directamente sobre el Banco Central ni promover su cierre. Nuevamente, habría que recurrir al Congreso y plantear una reforma de la Carta Orgánica, norma que reúne una serie de funciones sobre el sistema financiero y que regulan el funcionamiento del Banco Central. Cerrar el Banco Central implica quitarle gran parte del poder del Estado a través de este organismo gubernamental con el que se vincula estrechamente.
La mayor parte de las acciones de la petrolera YPF están en manos del Estado desde 2012. En ese momento decidió la expropiación del 51% de las acciones que pertenecían a Repsol. Si se quiere vender esas acciones ahora, es el Poder Ejecutivo quien debe autorizar la venta. Sin embargo, el estatuto protege a los accionistas minoritarios, por lo que no sería tan fácil realizar una oferta sin su consentimiento y disposición para negociar.
Esta medida es prácticamente la frase de llamada del marketing de su campaña y que logró la adhesión popular, ante la inminente devaluación del peso argentino. Implica reemplazar el peso por el dólar o permitir una economía bimonetaria. Como en la medida del cierre del Banco Central, es necesaria la aprobación del Congreso para que modifique la Carta Orgánica, que establece que el Banco Central es el encargado de emitir billetes y monedas. Por ahora, esta medida está en “pausa”, frente al rechazo de diversos sectores, entre ellos, el presidente de la Suprema Corte, Horacio Rosatti, por considerarla anticonstitucional.
Se trata básicamente de eliminar impuestos a las ganancias, pero Milei no podrá intervenir para eliminar o modificar impuestos porque ese poder le corresponde al Congreso. Al no tener suficiente quórum en el Congreso, el equipo de Milei no podrá llevar adelante este proyecto sin un largo proceso de negociación. Tampoco podrá hacerlo a través de un DNU, porque la Constitución invalida iniciar acciones sobre temas penales, electorales o tributarios.
Tampoco este proyecto de ley es viable a corto plazo, y probablemente requiera de interminables negociaciones con el Congreso y otras entidades políticas, ya que desde 1997 que se busca hacer sancionar una ley de coparticipación sin éxito.
Finalmente, el libertario habló mucho en campaña sobre privatizar las empresas públicas, pero como en los ítems anteriores, el Congreso es quien tiene la última palabra. Por lo tanto, esta medida también tendrá que esperar en pausa, hasta encontrar “vientos más favorables” en su entorno de gobierno.
En definitiva, de las 10 medidas propuestas por el nuevo presidente, solo una, el ajuste a los servicios públicos, parece tener un mayor alcance y posibilidad de realizarse en un futuro cercano, que no obstante, implica ajuste a los bolsillos de los trabajadores, que tendrán que pagar impuestos más altos durante el tiempo que dure el proceso de reducción de la inflación y déficit fiscal.
Tras conocerse el resultado que consagró vencedor al candidato libertario en el balotaje del domingo 19, rápidamente las repercusiones en el entorno económico no se hicieron esperar. Mientras el mercado financiero permanecía cerrado por el feriado del Día de la Soberanía Nacional, las empresas argentinas escalaron significativamente en la Bolsa de Nueva York, alrededor de un 6957 millones de dólares.
En consecuencia, la tendencia se mantuvo durante toda la semana, en donde las empresas locales cerraron la semana cotizando 12.041 millones de dólares más. Esta subida de las acciones en el exterior pone de manifiesto el golpe de fe que significó para estas empresas el triunfo de Milei en el balotaje, que es considerado casi una “figura mesiánica” del libre comercio, porque defiende, por encima de todo, los valores de la propiedad privada, las privatizaciones y la desregulación del mercado. En tanto que rechaza vehementemente las políticas de justicia social.
¿Qué podemos esperar entonces para el futuro económico en Argentina? En principio, todo parece indicar que tanto las empresas locales como las que tienen presencia internacional (Mercadolibre, Globant, Despegar) aumentaron las acciones desde que trascendió el resultado del balotaje. Asimismo, el sector energético con YPF a la cabeza fue una de las petroleras que más alzas obtuvo en esta semana y media. Por su parte, el sector bancario presenta algunas fluctuaciones, pero en perspectiva también podría recomponerse.
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Por supuesto que también hay incertidumbre para el futuro económico en Argentina con respecto a las obras públicas, porque ya hay una medida para frenarlas y que pasen a manos privadas, y también con el destino de muchos trabajadores del Estado, que pueden llegar a perder sus empleos, a partir de la cacería de brujas que anuncia el nuevo gobierno contra el Estado.