El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la ampliación del programa de Servicio Ampliado del FMI (Extended Fund Facility, EFF) con Ecuador, incrementando el financiamiento total a 5000 millones de dólares. Esta decisión incluye la liberación inmediata de 600 millones de dólares, lo que otorga un alivio de liquidez a las finanzas públicas en un momento clave para el país.
En este artículo exploraremos el contexto del acuerdo EFF, los compromisos asumidos por Ecuador, las medidas económicas adoptadas y el impacto esperado sobre las reservas internacionales, así como las opiniones de analistas y del propio FMI sobre las perspectivas macroeconómicas y la confianza de los inversionistas.
<<<Dolarización en Ecuador: ¿Cómo están los indicadores macroeconómicos?>>>
El EFF es un instrumento del FMI diseñado para apoyar reformas estructurales y ajustes macroeconómicos de mediano plazo. Ecuador firmó este acuerdo para estabilizar su economía, reducir el déficit fiscal y sentar bases para un crecimiento sostenible.
Las metas fiscales incluyen:
En paralelo, se establecieron compromisos de reforma en áreas como gobernanza, transparencia fiscal, fortalecimiento del sector financiero y sostenibilidad de la deuda.
<<<¿Cuándo se vuelve crucial la gobernanza de datos?>>>
La segunda revisión del EFF concluyó con un anuncio clave: el FMI aprobó una ampliación de 1000 millones de dólares sobre el monto original de 4000 millones. Con ello, el programa alcanza los 5000 millones y refuerza la capacidad del gobierno para cubrir necesidades de financiamiento sin recurrir en exceso a mercados más costosos.
De este monto adicional, 600 millones de dólares estarán disponibles de forma inmediata. Según el boletín del Ministerio de Economía y Finanzas, estos recursos se destinarán a fortalecer las reservas internacionales y apoyar programas sociales y de inversión prioritaria.
En su evaluación, el FMI destacó dos avances principales que facilitaron la ampliación del financiamiento:
Se implementaron medidas tributarias y mejoras en la administración fiscal que incrementaron la recaudación. Entre ellas, la digitalización de procesos en el Servicio de Rentas Internas (SRI), la reducción de la evasión en IVA y renta, y la optimización de cobros en aduanas.
El gobierno avanzó en la liquidación de obligaciones pendientes con proveedores y gobiernos locales, lo que ha mejorado la confianza en la gestión fiscal. Esta política ha reducido tensiones en sectores productivos y proveedores del Estado, además de dar señales positivas a los mercados.
Ambas medidas han contribuido a fortalecer las reservas internacionales, un indicador crítico para la estabilidad macroeconómica y la capacidad del país de enfrentar choques externos.
El desembolso inmediato de 600 millones de dólares y el incremento proyectado de financiamiento total permitirán al Banco Central de Ecuador mantener un nivel de reservas más robusto. Esto es clave en un país dolarizado, donde la estabilidad del sistema financiero depende en gran medida de la liquidez disponible.
El Ministerio de Economía y Finanzas subrayó que, gracias a esta inyección, se podrá atender obligaciones externas sin comprometer la capacidad de financiar programas sociales, reforzando la sostenibilidad fiscal a corto plazo.
Vocero del FMI
En el comunicado oficial, el vocero del organismo señaló:
“Ecuador ha mostrado un compromiso sólido con las reformas fiscales y estructurales acordadas en el programa. La ampliación de financiamiento refleja la confianza del FMI en la capacidad del país para continuar en la senda de estabilización económica.”
Especialistas de CAF comentaron que esta ampliación es un respaldo internacional significativo, pero subrayaron que su éxito dependerá de la continuidad de reformas que mejoren la competitividad y diversifiquen la economía. Según uno de sus economistas senior:
“El reto es traducir estos recursos en mejoras sostenibles, no solo en estabilidad coyuntural. Las inversiones deben orientarse a sectores productivos con alto impacto en empleo.”
Expertos nacionales coinciden en que la disciplina fiscal y la transparencia en el uso de los fondos serán determinantes para mantener el apoyo internacional. También advierten que, aunque el incremento de ingresos no petroleros es positivo, el país sigue expuesto a la volatilidad de precios internacionales en materias primas.
Históricamente, los acuerdos con el FMI y el cumplimiento de sus metas han sido señales positivas para agencias calificadoras y mercados de deuda. La ampliación del programa y el cumplimiento de compromisos podrían mejorar la percepción de riesgo país, reduciendo el costo del financiamiento en mercados internacionales.
Una calificación crediticia más favorable se traduce en menores tasas de interés para emisiones de bonos soberanos y, por ende, en ahorros significativos para el Estado. Además, la confianza de los inversionistas privados podría fortalecerse, incentivando flujos de capital hacia sectores estratégicos.
La ampliación del programa EFF con el FMI es una oportunidad para que Ecuador consolide su estabilidad macroeconómica y siente bases para un crecimiento más equilibrado. Sin embargo, el éxito no dependerá únicamente del flujo de recursos, sino de la capacidad del país para sostener reformas, diversificar su economía y garantizar la transparencia en la ejecución de fondos.
La combinación de respaldo financiero internacional, políticas fiscales responsables y un entorno favorable para la inversión podría no solo estabilizar la coyuntura, sino mejorar la perspectiva crediticia del país, abriendo una ventana de oportunidad para un desarrollo más sostenible.