El pasado lunes 29 de enero de 2024 entró en vigencia en Chile la ley de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, una normativa que tiene el objetivo de beneficiar a 360.000 trabajadores con posibilidades de implementar el teletrabajo y que tengan familiares dependientes a cargo. La iniciativa fue proclamada, en primera instancia, el 22 de diciembre de 2023 por el presidente de izquierda Gabriel Boric y publicada en el Diario Oficial de Chile.
Entre los objetivos del mandatario, se destaca permitir a los trabajadores el tiempo suficiente para realizar tareas de cuidado en los hogares, ya sea de niños, adolescentes con necesidades especiales o adultos mayores. Por tradición, estas labores hogareñas estaban a cargo de las mujeres, razón por la cual sacrificaban muchas de ellas una vida laboral para dedicarse a su familia y quehaceres, mientras sus esposos desempeñaban el rol de proveedor familiar.
Afortunadamente, el cambio de paradigma social con respecto a los roles de hombre y mujeres permitió a estas últimas ganar terreno en la esfera laboral cada vez más en las últimas décadas. Sin embargo, el balance entre la vida familiar y la vida laboral continuó siendo un tema de debate, especialmente en la pandemia con la modalidad remota. En este artículo, te contamos en qué consiste la nueva ley de teletrabajo en Chile sobre la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y su principal aporte al bienestar de las familias.
La nueva ley de conciliación promulgada tiene como finalidad permitir a las personas que tienen a cargo niños menores de 14 años y personas con discapacidades o dependencia de severa a moderada de cualquier edad que puedan brindar los cuidados necesarios para la supervivencia desde su entorno familiar, sin sacrificar la oportunidad de trabajar. Esta asistencia, si bien no es remunerada, busca equilibrar el vínculo afectivo y social con la familia y las responsabilidades propias de la vida laboral.
Las personas que cumplan con los requisitos obtienen el derecho de realizar una labor a distancia desde su casa, en la medida en que sus actividades sean compatibles con el trabajo remoto. Por ejemplo, si la persona trabaja normalmente con información utilizando una computadora conectada a internet, puede desempeñar sus tareas desde su casa, siempre y cuando tenga estos elementos disponibles.
El o la trabajadora puede solicitar realizar una jornada completa o media, en función de sus necesidades. Además, la normativa vigente define el derecho para hacer uso del feriado legal durante el periodo de vacaciones establecidas por el Ministerio de Educación, de acuerdo con el calendario escolar de los menores y adolescentes dependientes de las personas beneficiadas con la ley de conciliación.
El principal requisito para recibir el beneficio de la ley es ser cuidador no remunerado. Cuando la persona realice la solicitud a su empleador, debe presentar una serie de documentos donde acredite, entre otras cosas, que las personas a su cargo, ya sean menores de edad, adolescentes con alguna condición de cuidado o adultos mayores en situación de vulnerabilidad que presentan patologías limitantes, realmente necesitan los cuidados especiales que puede proporcionarles el trabajador que desea acceder a la ley de teletrabajo.
Si se trata de hijos o parientes, es más sencilla y directa la acreditación, pero si hablamos de una tenencia legal, es decir, que no hay lazo sanguíneo entre las partes, debe presentar a modo adicional una resolución judicial que justifique y legitime la tenencia.
Para los trabajadores que tengan a cargo una persona en situación de discapacidad, deberá presentar un certificado de inscripción en el Registro Nacional de Discapacidad o el documento emitido por el Ministerio de Desarrollo Social. Esta entidad gubernamental legitima la condición de cuidador o cuidadora de personas vulnerables.
Sin embargo, la ley de teletrabajo en Chile no beneficia a todos los trabajadores cuidadores del país, puesto que existen algunas condiciones que se encuentran fuera de la normativa. Por ejemplo, la ejecución de tareas que requieran la modalidad presencial, como la atención al público, la falta de conectividad en la vivienda o que esta no cumpla con los requerimientos mínimos de seguridad y salud para desarrollar el teletrabajo de manera adecuada.
Con la entrada en vigencia de la nueva ley de teletrabajo en Chile para conciliar la vida personal y familiar con la vida laboral de los trabajadores que tienen a cargo menores de edad o personas en situación de vulnerabilidad, las empresas chilenas se enfrentan a un nuevo desafío: aceptar el cambio y asegurarse de que los trabajadores que soliciten el beneficio, en primer lugar, que realmente cumplan con los requisitos; segundo, garantizar una verdadera conciliación entre trabajo y familia, entendiendo que la actividad de cuidador o cuidadora conlleva una gran responsabilidad, por lo que no deben minimizar su importancia cuando se trata de vidas humanas.