La revolución digital es el cambio cultural, organizacional y operativo de una organización, industria o ecosistema a través de una integración inteligente de tecnologías digitales, procesos y competencias en todos los niveles y funciones de una manera estratégica y por etapas.
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La transformación digital aprovecha las tecnologías para crear valor y nuevos servicios para todas las partes interesadas (clientes en el sentido más amplio posible), innovar y adquirir las capacidades para adaptarse rápidamente a circunstancias cambiantes.<<< Diseño de procesos: 5 pasos para aumentar la productividad de tu área >>>
En otras palabras, la transformación digital es la transformación profunda de las actividades, procesos, competencias y modelos empresariales y organizativos para aprovechar al máximo los cambios y oportunidades de una combinación de tecnologías digitales y su impacto acelerado en la sociedad de una manera estratégica y priorizada, teniendo en cuenta los cambios presentes y futuros.
En la práctica, la optimización de la experiencia del cliente de extremo a extremo , la flexibilidad operativa y la innovación son impulsores y objetivos clave de la transformación digital, junto con el desarrollo de nuevas fuentes de ingresos y ecosistemas de valor impulsados por la información, que conducen a transformaciones del modelo de negocio y nuevas formas de procesos digitales. Sin embargo, antes de llegar allí, es clave resolver también los desafíos internos, entre otros, a nivel de sistemas heredados y desconexiones en los procesos, por lo que los objetivos internos son inevitables para los próximos pasos.
La transformación digital es un viaje con múltiples objetivos intermedios conectados que, al final, se esfuerzan por lograr una optimización ubicua en todos los procesos, divisiones y el ecosistema empresarial de una era hiperconectada en la que se construyen los puentes correctos (entre el front-end y el back office, datos de 'cosas' y decisiones, personas, equipos, tecnologías, varios actores en los ecosistemas, etc.) en función de ese viaje es clave para el éxito.
El elemento humano es clave en él a todos los niveles: en las etapas de transformación como tal (colaboración, ecosistemas, habilidades, cultura, empoderamiento, etc.) y obviamente en los objetivos de transformación digital. Dado que las personas no quieren "digital" para todo y valoran las interacciones humanas y cara a cara, siempre habrá un elemento "fuera de línea", según el contexto. Sin embargo, también en las interacciones y transacciones no digitales, la transformación digital juega un papel en el sentido de empoderar a cualquier agente y trabajador de cara al cliente.
Una estrategia de transformación digital tiene como objetivo crear las capacidades para aprovechar al máximo las posibilidades y oportunidades de las nuevas tecnologías y su impacto de manera más rápida, mejor y más innovadora en el futuro. Un viaje de transformación digital necesita un enfoque por etapas con una hoja de ruta clara, que involucre a una variedad de partes interesadas, más allá de los silos y las limitaciones internas / externas. Esta hoja de ruta tiene en cuenta que los objetivos finales sigan avanzando, ya que la transformación digital es un viaje continuo, al igual que el cambio y la innovación digital.
La transformación digital en el sentido integrado y conectado que requiere puede, entre otros, tocar la transformación de:
Esta lista no es exhaustiva y, de hecho, los diversos aspectos mencionados están conectados y se superponen.