En los últimos años, un novedoso paradigma industrial llamado Industria 4.0 comenzó a germinar entre las tecnologías emergentes, que se encargó de acortar la brecha entre el ser humano y las máquinas, como solo había sido imaginado en los libros de ciencia ficción.
Esta tecnología rápidamente fue ganando terreno en distintas partes del mundo, como la promesa de una herramienta capaz de maximizar la productividad de las empresas, contribuir al crecimiento de la ciencia, enriquecer la economía de las naciones, en definitiva, mejorar la calidad de vida de las personas.
La Industria 4.0 comprende una terminología que describe el paso a una cuarta etapa de la evolución técnico-económica de la humanidad, a partir de la Primera Revolución Industrial. Si bien la irrupción de esta cuarta etapa es reciente, se espera que se desarrolle con más ímpetu hacia finales de la década del 20 o principios del 30, del presente siglo XXI.
La inteligencia artificial se posiciona como elemento central de esta transformación estrechamente vinculada con la acumulación progresiva de una gran cantidad de datos (big data), el uso de algoritmos en procesos y la interconexión masiva de sistemas y dispositivos digitales.
<<Verdades y mitos sobre la industria 4.0>>
Los orígenes de este concepto se remontan a las etapas en que se fue desarrollando la Revolución Industrial, desde la primera con la invención de la máquina a vapor, la segunda, con el avance de la mecanización, a mediados del siglo XVIII, la tercera etapa, desde finales del siglo XIX, con la puesta en funcionamiento de la electricidad, hasta la totalidad del XX, con la automatización; y finalmente, llegamos a hablar de esta cuarta etapa que apunta a ser una verdadera “revolución de las máquinas”, en donde aúnan sus fuerzas la robótica, la biotecnología y la información digital.
Pero fue en la Feria de Hannover (2011) donde se acuñó el concepto de Industria 4.0 por primera vez, y explicado con más detalles por un selecto equipo de investigadores en 2013, a instancias de la feria de ese año.
La industria 4.0 constituye una completa digitalización de la cadena de valor a través de la integración de tecnologías de procesamiento de datos, softwares inteligentes y sensores, desde los proveedores hasta los clientes, con el propósito de anticipar, controlar, planificar y producir de manera inteligente, lo que genera mayor valor a toda la cadena.
Su objetivo principal es “computarizar el mundo de la fábrica”, es decir, la integración técnica de los sistemas ciberfísicos (SCF) en las actividades de producción y logística, así como del uso de internet en los procesos industriales.
En el marco de esta transformación digital de la nueva era denominada Industria 4.0, estos son algunos de los beneficios más destacados, que facilitarán el trabajo en las empresas, simplificando, asimismo, la vida de las personas.
Las empresas y fábricas que comiencen a implementar las tecnologías de la industria 4.0, gracias a la automatización, la digitalización de la información y el empleo de las redes virtuales, podrán modernizar las tradicionales plantas fabriles y convertirlas en fábricas inteligentes, capaces de crear una intercomunicación continua e inmediata entre las distintas áreas de trabajo.
Estas ventajas en el control y automatización de las tareas, mas la comunicación a nivel global permiten alcanzar una producción a gran escala, con productos que satisfagan las necesidades particulares de cada cliente sin riesgos de desabastecimiento.
Con respecto al área logística, la industria 4.0 puede generar un flujo regular de información superior a los esquemas convencionales, en donde este uso de la información no solo es de mayor calidad, sino que mantiene comunicados a todos los colaboradores del área, y a estos con el exterior.
Otro cambio importante que promueve la industria 4.0 a las empresas es el ahorro de energías y materias primas. En este sentido, a las problemáticas actuales relacionadas con el ahorro de energía, así como de la gestión de recursos humanos y naturales, la industria 4.0 también ofrece soluciones significativas.
Una de ellas es la implementación de una red de comunicaciones y de intercambio instantáneo y permanente de información, a fin de lograr una gestión más eficaz, que garantice optimizar las tareas empleando menos recursos y energía. Mientras más se ahorre en energías y recursos, mayores serán las ganancias obtenidas.
La industria 4.0 permite incorporar simuladores virtuales o réplicas de parte o la totalidad de los datos generados en la cadena de producción, que favorecerá el aprendizaje y adaptación a las distintas nuevas tecnologías, con el fin de minimizar las probabilidades de errores que producirían mayores gastos.
De esta forma, no solo se optimiza el servicio, sino que aumenta notablemente la productividad de los operarios, potencia sus habilidades innatas y resguarda su integridad física, reduciendo su tiempo y nivel de exposición a las tareas manuales más complejas.
Estas son las tecnologías claves en que se sustenta la industria 4.0:
Finalmente, hemos comprendido hasta aquí que la industria 4.0 está transformando el modo de trabajar de las empresas, impulsando una mayor productividad, mejor rentabilidad y un posicionamiento más alto en un mercado global cada vez más competitivo y exigente. Del mismo modo que se simplificarán muchas tareas mecánicas, se exigirá un nivel más elevado de personal calificado que opere estas tecnologías con la mayor eficacia posible.
Un estudio de la ITIF cuantifica el aumento en unos 150.000 empleos en el sector industrial, solamente en Estados Unidos. Esto significa que, lejos de que las nuevas tecnologías reemplacen el trabajo humano, se crearán más puestos de trabajo, atendiendo a la creciente demanda de profesionales calificados para ejecutar los procesos, surgidos de la industria 4.0.
Por supuesto que toda innovación tiene sus riesgos, porque se desconoce en un principio el impacto de la industria 4.0 en los procesos industriales, pero eso ya será un tema a desarrollar en otro artículo. Basta con decir que representa el desafío de todo empresario animarse a la innovación de la Cuarta era industrial.
Fuentes consultadas: