Cuando una empresa decide embarcarse en un plan de modernización, uno de los principales objetivos finales es aumentar su agilidad empresarial. Una mayor agilidad permite a las empresas ser más competitivas, atender a los clientes a un alto nivel e impulsar los ingresos de nuevas formas.
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Una vez que una empresa se compromete a modernizar sus sistemas de TI para aumentar la agilidad, ¿qué implica eso exactamente? Para empezar, las organizaciones deben considerar la posibilidad de trasladar sus aplicaciones y procesos heredados a la nube, pero al mismo tiempo mantener el tiempo de actividad operativo entre los sistemas front-end y back-end.
Es complicado porque las empresas deben agregar aplicaciones SaaS modernas, como ERP, CRM o HRM, en sus ecosistemas sin ningún tipo de interrupción comercial, pero esas interrupciones se vuelven más probables sin las herramientas de integración adecuadas. Por lo tanto, si tu empresa está considerando una actualización de ERP, vale la pena considerar una actualización de tecnología de integración simultánea para facilitar el proceso y habilitar cualquier otra integración de aplicaciones.
Si bien las promesas de ERP y la integración de aplicaciones son enormes, no es tan simple como si un administrador de TI simplemente necesita presionar un botón para que todo se integre sin problemas. De hecho, existen varios obstáculos potenciales que las empresas deben superar para incorporar con éxito estas nuevas soluciones y lograr los objetivos de modernización de TI .
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Estos son algunos de los desafíos comunes de integración de aplicaciones y ERP que enfrentan las empresas en la actualidad y detalles sobre cómo una plataforma de integración moderna ayudará a permitir una actualización de ERP más fluida.
Un aspecto de la integración de aplicaciones que a menudo se pasa por alto se refiere a cuán estrechamente acoplada puede estar una aplicación. Las aplicaciones que están estrechamente acopladas con otros sistemas (piensa en los sistemas operativos) no solo están vinculadas, sino que dependen en gran medida unas de otras para respaldar un proceso específico. Estas aplicaciones se vuelven especialmente difíciles de migrar y no reaccionan bien a las actualizaciones y cambios, y son frágiles y costosas de modificar.
Muchas aplicaciones ERP no están integradas correctamente en el entorno de TI de una empresa y esto afecta directamente la rapidez y la eficacia con la que una empresa interactúa con sus clientes. El tiempo de respuesta del cliente se retrasa cuando los empleados intentan trabajar en diferentes aplicaciones o procesos comerciales que no están equipados para trabajar juntos, y cuando una empresa se retrasa en el tiempo de respuesta, corre el riesgo de infracciones de SLA y puntajes de servicio al cliente deficientes.
La integración de ERP y otras aplicaciones a menudo requiere habilidades específicas, y el personal puede no tener esas habilidades o no comprender siempre todo el proceso de integración, lo que dificulta la eficacia de cualquier iniciativa de transformación digital empresarial y ralentiza el tiempo de obtención de valor para la nueva aplicación.
Una aplicación ERP no integrada a menudo significa que hay procesos manuales que impulsan estos flujos de trabajo relacionados. La falta de automatización presenta un mayor riesgo de errores, retrasos en el procesamiento y la posibilidad de costosas devoluciones de cargo. La integración de aplicaciones correctamente diseñada elimina la necesidad de cosas como el reingreso de datos y acelera los flujos de trabajo comerciales de un extremo a otro.
Muchas empresas cuentan con varias soluciones de integración y es posible que no puedan ejecutar la integración de ninguna aplicación nueva. Tener varias soluciones de integración para administrar requiere numerosas habilidades y capacitación especializadas, lo que solo aumenta los costos de mantenimiento, reduce la eficiencia y limita las capacidades de integración en toda la empresa.
No es raro que una empresa tenga docenas o incluso cientos de aplicaciones diferentes (incluidos CRM, SCM, TMS, etc.) en uso, y tratar de integrar un nuevo ERP con todas estas aplicaciones con integraciones únicas codificadas a medida se convierte en difícil de manejar o directamente inmanejable. No se puede escalar, pero una plataforma de integración moderna con conectores prediseñados para las soluciones más populares ayuda a eliminar la complejidad de la integración de aplicaciones.
En conclusión, las empresas enfrentan una batalla cuesta arriba cuando se trata de integrar ERP y otras aplicaciones en su empresa, pero existe tecnología para ayudarte a ganar esa batalla. Para ello debes elegir una plataforma que te permita la conectividad y la escalabilidad y que esté lista para tu empresa, reduciendo la complejidad de la integración y simplificando la integración con tus otros sistemas.
En otras palabras, el ERP que selecciones debe permitirte: conectar las mejores aplicaciones que usas en tu empresa, crecer y cambiar aplicaciones. Ademas de dinamizar los flujos de datos tan rápido como lo necesites. Reducir la necesidad de que las personas se conviertan en expertos en integración de aplicaciones.
Es fundamental para cualquier ERP y otras actualizaciones importantes de aplicaciones, permitir la automatización de procesos y reducir el esfuerzo que antes se requería para crear y mantener la asignación de datos críticos y las transferencias de archivos que impulsan tu empresa a crecer.