Es sabido ya, los departamentos de Ventas y Marketing no son un matrimonio feliz. Por lo general, se debe a que solo uno establece los objetivos, crea los procesos y determina el sistema de generación de leads. Entonces, esta información no llega de manera clara al otro. El divorcio es inminente. Pero todavía podemos hacer terapia. Terapia Smarketing…
La metodología Smarketing ayuda a definir objetivos y estrategias comunes, estableciendo un Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA en inglés). Se trata de una poderosa herramienta para alinear las metas de Marketing con las actividades de seguimiento del equipo de Ventas.
La implementación de un SLA efectivo requiere definir metas concretas y medibles. Para eso, hay que tener en cuenta los siguientes indicadores.
Al trabajar con una metodología Smarketing, el número concreto de ingresos esperados debe regir toda la operación. La clave es tener un norte claro para que ambos equipos trabajen con un enfoque en los ingresos de la compañía. A partir de este número se definen los roles de cada una de las áreas para luego plantear objetivos específicos para Marketing y para Ventas.
Si bien Ventas no siempre está satisfecho con la calidad de los leads captados por Marketing, estos últimos siempre consideran que Ventas no saca el mayor provecho de los leads captados.
La cantidad de clientes potenciales atraídos a partir de una estrategia de marketing debe ser un objetivo conjunto. En la definición de los contenidos, Ventas debe aportar insights útiles acerca de formas efectivas de vender determinado producto o servicio.
Además, ambas áreas deben llegar a un acuerdo sobre qué representa un lead calificado. Sabemos que no todos los leads que llegan son potenciales prospectos. Es por eso que en conjunto, y a partir de todo el conocimiento adquirido por el área de Ventas sobre prospectos que llegan al cierre, ambas áreas se encargan de definir el perfil ideal.
De esta manera, ambas áreas comparten la responsabilidad de generación y tratamiento de leads de calidad y evitaremos escuchar frases como “los leads que genera marketing no son de calidad” o “ventas no sabe cerrar los leads que le pasamos”
Es fundamental examinar esta variable ya que determina el porcentaje de leads calificados que se están captando en primera instancia. El feedback de Ventas en esta parte de la cadena mejorará la efectividad de las estrategias y canales de captación pensadas por el equipo de marketing.
Para el equipo de Ventas, lo más importante es el tiempo y la profundidad en el seguimiento. El tiempo: para reaccionar con rapidez entre el momento en el que se recibe el lead y cuándo se hace el primer contacto. La profundidad: para hacer más eficiente y cercana la relación con el lead con el fin de cerrar la venta.
Conocer el valor promedio de un cliente ayudará a calcular la cantidad de clientes que se necesitan cerrar para alcanzar el objetivo de ingresos de la compañía. No es lo mismo cerrar diez clientes de un valor medio que un cliente que equivalga a esos diez en términos monetarios.
Es importante que se persiga un número real y alcanzable de acuerdo a variables como: el tamaño del equipo, los protocolos establecidos, la capacidad de producción, el tiempo con el que se cuenta y la identificación de oportunidades en el mercado, entre otras.
Algunas buenas prácticas que incluir en tu SLA
Crear un SLA basado en estas variables y con estos indicadores puede ser la mejor manera de lograr el romance perfecto entre Marketing y Ventas, alineando los conceptos y asumiendo compromisos en números. Lo más importante es que luego se mida el cumplimiento de los acuerdos en tiempo real y con reportes oportunos de los avances.
Las métricas y el monitoreo diario de las variables debe estar al alcance de todos los involucrados para poder ejecutar estrategias de ajuste oportunas ante cualquier improvisto. La mejor parte de tener un SLA es que si el resultado es exitoso, la felicidad también es compartida.