Desde que la tecnología ha cobrado relevancia en nuestra vida cotidiana, muchas cosas han cambiado en la forma en que percibimos el mundo. Décadas atrás, cuando viajamos en automóvil, difícilmente hubiéramos pensado que una aplicación tecnológica nos podría orientar en nuestro recorrido, tal como lo hace el GPS. A partir de esta importante innovación, comenzaron a surgir diversas aplicaciones que cumplían la función de guía del viajero en su trayecto.
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Una de las más conocidas es Waze, la aplicación social para tránsito automotor en tiempo real de GPS creada por la empresa Waze Mobile, pero que en la década de 2010 fue adquirida por Google por 966 millones de dólares. A diferencia de los softwares de navegación tradicionales, esta aplicación es mantenida por los usuarios y aprende las rutas recorridas por los usuarios para generar información de enrutamiento y actualizaciones de tráfico en tiempo real.
Además, Waze se puede descargar de manera gratuita tanto para Android como para iOS y su colaboración abierta permite a los usuarios reportar accidentes, controles de velocidad, congestiones de tráfico, entre otros. En este nuevo caso de estudio, estaremos conociendo un poco más sobre la aplicación de GPS Waze, su historia, modelo de negocio y qué la hace diferente al resto. Descubre el caso Waze.
La historia de cómo se creó esta aplicación se remonta a 2008 cuando tuvo lugar su fundación en Israel por Uri Levine, Ehud Shabtai y Amir Shinar. En un principio, llevaba el nombre de servicio Lingmap. Shabtai, como ingeniero informático, se le ocurre la idea de crear una aplicación a partir de un sistema GPS que permita a los usuarios localizar radares. Esto los ayuda a esquivar los radares de velocidad.
El proyecto surgió a mediados de 2006, cuando Ehud lanza la aplicación al mercado y a los pocos días ya los conductores habían diseñado un mapa con todas las cámaras y radares. En poco menos de un año, ya la aplicación de navegación era muy popular entre los usuarios viajeros. Un año más tarde, el fundador se alió junto a Levine y Shinar para crear la aplicación de mapas actualizables en tiempo real Lingmap.
El éxito inicial los indujo a resolver una problemática muy frecuente en el tránsito, que era avisar a las personas acerca del tráfico en las calles para que puedan elegir rutas de circulación más seguras. Entonces, decidieron buscar inversores que financiaran su emprendimiento pero fueron rechazados. No obstante, en 2008, el mismo equipo de Lingmap cambia el nombre de la aplicación a simplemente Waze.
La aplicación GPS para móvil recientemente rebautizada como Waze ofrece la mejor ruta en vehículo con información en tiempo real, proporcionada por los usuarios. Desde allí se informa sobre la situación en las rutas, los controles policiales, etc. En junio de 2013, Google adquirió Waze Limited, sin embargo, los términos de la negociación, así como la cantidad exacta de la compra no se dieron a conocer públicamente al momento de la adquisición.
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Waze acumula parte de sus ganancias de la publicidad que vende e inserta en los mapas, en donde los anunciantes de distintos comercios y empresas financian a la aplicación por colocar sus logotipos y señalamientos. Estos últimos se pondrán en evidencia cuando un conductor pase por el lugar donde se sitúa. La forma en que Waze les cobra a estas empresas es a través del número de apariciones en los mapas vistos a diario por la gente. En este sentido, el retorno de inversión es totalmente medible.
Tradicionalmente, Waze no iba a crear sus propios mapas, pero ante la negativa de la empresa a la que le habían solicitado este servicio, no les quedó más remedio que fabricarlos ellos mismos desde su aplicación. En el trayecto de desarrollo, lograron que estos mapas se actualicen en tiempo real y que además los propios usuarios colaboren en las actualizaciones que se generen.
A partir de la creación de estos mapas, la aplicación obtiene un mayor control sobre las rutas y cuenta con el apoyo de los usuarios que constantemente envían reportes sobre lo que está ocurriendo en las calles, como si se tratara de un informe de tránsito actualizado minuto a minuto. De esta forma, Waze sabe todos tus movimientos fuera de tu casa, y en función de los registros suministrados por la aplicación, envía contenido publicitario a diversos negocios para que a su vez lo envíen al público que deseen.
Esta iniciativa generada a partir del lenguaje de los mapas, permitió a Waze atraer a empresas de todos los sectores, como finanzas, consumo, retail y entretenimiento. La ventaja de tener reportes del tráfico en tiempo real reside en que a esta información la proporcionan los conductores de diferentes partes del mundo, por lo que el valor diferencial de esta aplicación es eficientizar los desplazamientos en las calles y ahorrarle tiempo y dinero a los usuarios que viajan.
Aunque haya creado un activo de su propiedad, sin duda, Waze ha sabido beneficiarse de varias de las funcionalidades que ofrece el mercado y las ha aprovechado a su favor: el uso de la tecnología GPS no es de la compañía sino que ya estaba en los dispositivos móviles de las personas. Y por si esto fuera poco, el acceso a la información generada por los usuarios representa un triunfo de ahorro en recursos.
Cuando Google compró Waze por más de mil millones de dólares, la empresa ni infraestructura tenía, pero sí contaba con una mina de oro: cincuenta millones de usuarios que hacían sus reportes sobre el tráfico y le estaban generando enormes ingresos al ahorrar esfuerzo en tecnología. Esto rápidamente se volvió escalable hasta nuestros días, en donde Waze goza de un reconocido lugar en la industria del software de navegación.
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En palabras finales, el caso Waze vuelve a demostrar que se puede llegar lejos utilizando el ingenio y aprovechando las herramientas existentes del mercado. Si bien no inventaron nada nuevo, sí crearon un modelo de negocio basado en tecnología conocida para adaptarlo según las necesidades de los viajeros con la contribución de los mismos usuarios que circulan y están en contacto con el tráfico. Además, proveen un servicio que busca mejorar el día a día de las personas cuando van a enfrentar el tránsito cada vez que se dirigen al trabajo o hacia cualquier otro lugar.