Desde que se popularizaron las ventas online, son muchísimas las empresas exitosas en la actualidad que aprovecharon el auge del comercio electrónico en el momento justo, cuando era la novedad, para impulsar sus propios modelos de negocio. Este es el caso de Wallapop, una empresa española dedicada a la venta de productos de segunda mano por internet que utiliza una plataforma virtual para que los usuarios puedan comprar productos a bajo costo o vender artículos usados y adquirir alguna ganancia.
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A partir de la geolocalización que ofrecen los dispositivos móviles, los usuarios pueden comprar o vender en función de su proximidad geográfica mediante el uso de una aplicación que se puede instalar tanto en smartphones como en computadores de escritorio, notebooks y tablets. A diferencia de plataformas como MercadoLibre, que también permite comprar y vender productos de manera online, Wallapop está enfocada en el mercado de los productos de segunda mano, lo que la convierte en una alternativa interesante tanto para ganar algo de dinero como para adquirir productos en buenas condiciones y a bajo costo.
En épocas de crisis inflacionarias, recesión y devaluación con impacto a nivel mundial, las personas buscan reinventar su poder de negociación, por lo que Wallapop ofrece una propuesta de valor atractiva para el consumidor con gastos limitados, como así también para aquellos que quieren sacarle alguna ganancia vendiendo alguna cosa que ya no usan. En este nuevo caso de estudio, te contamos la historia de Wallapop, su modelo de negocio basado en la economía circular y la polémica que generó una de sus campañas para el Día de la Madre. Conoce el caso Wallapop.
La historia de Wallapop se remonta a 2013, en Barcelona, cuando dos emprendedores, Agustín Gómez y Gérard Olivé, aunaron sus esfuerzos para desarrollar una aplicación de compraventa de artículos de segunda mano que revolucionaría el mercado. Ambos socios se conocieron mientras trabajaban en una empresa tecnológica y se dieron cuenta de que compartían la visión de crear una plataforma que simplificara el proceso de compraventa de productos usados a nivel local.
En octubre de 2013, Wallapop lanzó al mercado la plataforma para dispositivos móviles y fue el puntapié inicial para impulsar el éxito por su simplicidad y facilidad de uso. A través de la aplicación, los usuarios podían tomar fotografías de los artículos que desean poner a la venta, agregarles una breve descripción y fijarles un precio. Después, podían rastrear a los productos cercanos a su ubicación y contactar a los vendedores, todo con la misma aplicación, lo que facilita la interacción entre las personas que se encuentran en la misma área geográfica.
En 2014, Wallapop consiguió una gran inversión de 38 millones de euros de fondo de inversión, lo que significó una contribución destacada a sus objetivos de expansión. Un año después se fusionó con la aplicación de la competencia LetGo, en los Estados Unidos, con el fin de consolidar su posición en el mercado internacional. También en ese mismo año fue declarada la empresa con mayores ingresos de capital de riesgo de España.
En 2020, la compañía decidió dar de baja a las tarifas de transacción, permitiendo que los vendedores no pagaran comisiones por las ventas, lo que contribuyó a un aumento de la cantidad de clientes, así como del volumen de las transacciones comerciales. En 2021, Wallapop recibe una inversión de 157 millones de euros de fondos franceses y surcoreanos, por lo que el valor de la empresa alcanza los 690 millones de euros.
El modelo de negocio de Wallapop está orientado a facilitar la compraventa de productos de segunda mano a nivel local para conectar a vendedores y compradores desde una plataforma digital. Entre los principales elementos que conforman su modelo de negocio cabe destacar los siguientes.
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Wallapop ofrece una plataforma digital en donde los usuarios pueden publicar anuncios para vender sus productos usados y también buscar productos de segunda mano que deseen adquirir pagando menos dinero. El valor diferencial de esta aplicación es la cercanía, ya que los usuarios pueden encontrar productos dentro de su área geográfica en cuestión de minutos.
Asimismo, Wallapop genera ingresos a partir de anuncios destacados, en donde los vendedores tienen la opción de pagar para que sus anuncios aparezcan en una posición relevante dentro de la plataforma, con el objetivo de aumentar la visibilidad de sus productos.
La empresa ofrece servicios de pago dentro de la plataforma, permitiendo que los usuarios realicen transacciones seguras sin la necesidad de pagar con dinero físico. También proporciona la opción de envío de productos para ampliar el alcance de la aplicación y que los vendedores envíen productos a clientes de todo el país.
Wallapop recolecta información sobre los comportamientos y preferencias de los usuarios dentro de la aplicación. Estos datos son utilizados para personalizar la experiencia del usuario y ofrecer anuncios dirigidos, que puede significar una fuente adicional de ingresos a través de la publicidad.
La compañía ha logrado una importante presencia internacional a través del ingreso a nuevos mercados y adquisiciones estratégicas, lo que le permite ampliar y diversificar su público objetivo.
Sin embargo, no todos fueron decisiones acertadas en la historia de Wallapop, y a veces una estrategia de marketing mal enfocada puede provocar el impacto opuesto al esperado. Esto sucedió para la campaña con motivo de la celebración del Día de la Madre en mayo pasado, para muchos países de Latinoamérica, en la cual la aplicación enviaba un anuncio en forma de llamada perdida con el siguiente mensaje: “Mamá te está llamando para que vendas lo que no usas”.
La estrategia del anuncio fue muy mal recibida por muchas personas que hicieron virales sus quejas a través de Twitter. Las razones del descontento estuvieron ligadas a la segmentación del mensaje: está pensado para las personas que tienen a sus madres vivas, no las personas huérfanas de madre. Imagina cómo se sintió alguien que estaba visitando la tumba de su madre cuando recibió un mensaje que tenía la palabra “mamá” como remitente. Para muchas personas que aún no superan el duelo por la pérdida fue como reavivar el dolor.
El malestar por el anuncio llegó a tal magnitud que muchos clientes desinstalaron la aplicación tras haber recibido aquella notificación. El resto de las personas que manifestaron su descontento en las redes y recalcaron la importancia de pensar muy bien una estrategia para celebrar el día de la madre o del padre por las implicancias que suele tener en las personas a nivel emocional.
¿Cuál fue la respuesta de Wallapop a sus usuarios ofendidos? “Tomaremos nota de lo que indicas para que nuestro equipo de marketing pueda tener presente esto a la hora de lanzar nuevas campañas publicitarias. Sentimos las molestias ocasionadas”. Las disculpas no convencieron a los damnificados, de los cuales algunos incluso no dudaron en expresar sus intenciones de demandarlos.
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En palabras finales, el caso Wallapop es un claro ejemplo de un modelo de negocio basado en economía circular, porque al extender la vida útil de un producto permitiendo que le sirva a alguien más, se está reduciendo el impacto ambiental de la obsolescencia programada de muchos productos. Cuando las personas toman conciencia de que se puede reutilizar y reciclar un objeto para otorgarle una renovada utilidad, no solo se mitigan los costos por esos objetos sino que se ahorra a largo plazo por cada cosa nueva que no se compra manteniendo un producto que todavía sirve.
Por supuesto que esta empresa no está exenta de errores y desaciertos, como la infortunada campaña para el día de la madre, pero con una estrategia de marketing mejor enfocada Wallapop puede volver a encarrilarse por el camino del éxito, lo que le permite mantenerse como una de las principales plataformas de compraventa en el mundo.