Los amantes de la fotografía seguramente recordarán la marca Polaroid. Quizá no fue la gran competidora de compañías como Kodak o Agfa, pero supo posicionarse en el mercado a partir de un invento revolucionario en su momento y que parecía responder al mayor deseo de los aficionados a tomar fotografías por aquel entonces: la cámara instantánea.
<<<Caso Kodak: Aprender del declive>>>
En una época en que lejos estaba la sola idea de las cámaras digitales y los consumidores debían esperar demasiado tiempo para revelar sus fotos, de repente aparece un visionario que aprovechó la oportunidad para lanzar una cámara realmente novedosa que capturaba las fotografías y las revelaba instantáneamente en cuestión de un minuto.
En este nuevo caso de estudio, te contamos sobre el caso Polaroid, la empresa creadora de la cámara instantánea que revolucionara el mercado de la industria fotográfica durante la segunda mitad del siglo XX. ¿Cuáles fueron sus orígenes? ¿Por qué no pudo reinventarse en el presente? Aquí te lo revelamos en un instante.
Polaroid es una empresa estadounidense fundada en 1935 por Edwin H. Land, que se especializa en la fabricación y distribución de cámaras y película fotográfica instantánea. Por aquellos años, Land ya era conocido por inventar el filtro polarizador. Sin embargo, la comercialización de sus productos llegaría dos años después. Su gran éxito inicial propició que las primeras películas fotográficas suscitaran interés militar.
Tal es así que Polaroid se convirtió en un importante proveedor de suministros durante la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, su invención más notable fue posterior a la guerra, en tiempos de paz, y para deleite del fotógrafo amateur. Fue en 1948, y se trató de una cámara fotográfica instantánea, que revelaba la imagen en tan solo 60 segundos.
La inspiración para esta genialidad de creación fue concedida por su hija, cuando un día ella le expresara que le gustaría ahorrarse el tiempo de espera para ver las fotos. Su padre se puso manos a la obra y dedicó varios años de investigación y trabajo para la creación de una máquina que cumpliera el sueño de su hija. Y en 1948 lo consiguió.
La primera cámara fotográfica de Polaroid fue la Land Camera Model 95 y salió a la venta a un precio muy elevado para solo 60 unidades fabricadas. Esta escasa cantidad de piezas para un lanzamiento se debió a cierta falta de confianza en un mercado tan competitivo, dividido entre Kodak y Agfa.
Pero en lugar de quedar relegado a un segundo plano, el invento fue todo un éxito, por lo que no solo vendieron las 60 unidades en un día sino que tuvieron que fabricar muchas más para responder a la alta demanda. Como resultado de estos esfuerzos, en el primer año de comercialización del aparato la empresa obtuvo 5 millones de dólares en ventas.
Más tarde, envalentonada por el éxito, la empresa lanzó otro de los productos más rentables en toda su historia: la película Polacolor que permitía sacar fotografías instantáneas a color. Este gran invento se convertiría en el buque insignia de la compañía hasta la llegada de la fotografía digital.
<<<Caso Olivetti: El futuro de las máquinas de escribir>>>
Después de décadas de éxito, Polaroid comprende que su negocio comienza a desmoronarse, debido al surgimiento de la fotografía digital, que amenazaba la permanencia de la fotografía instantánea. Lentamente, el gran invento de Edwin Land estaba perdiendo interés y pronto se convertiría en una pieza más de colección, en lugar de un aparato funcional.
Además, esos 60 segundos de espera por la foto pueden considerarse eternos si se compara con la inmediatez real del sistema digital. Por otro lado, los carretes eran demasiado caros en comparación con invertir en una dispositivo para fotografía digital.
En medio de estos acontecimientos, en 2001 Polaroid va a la quiebra por primera vez. No obstante, resistieron unos años hasta que en 2005 Polaroid fue adquirida por Peters Group Worldwide, una compañía inversora. Pero un nuevo traspié provocó que cayera en bancarrota, cuando la empresa que la compró fue acusada de fraude en 2008.
A partir de esa circunstancia, la empresa adopta el nombre de Polaroid / PLR IP Holidings, LLC. Un año después, aparece Impossible Project, un intento de reanimación de la compañía, aprovechando las películas que dejaron de fabricarse. Pero desgraciadamente, no lograron con sus nuevas películas obtener la calidad original de antaño.
Finalmente, luego de que PLR IP Holidings, LLC dejara de invertir en Polaroid, Impossible Project ha comprado la compañía. Si bien no es una situación ideal y está muy lejos de ser la empresa fotográfica que era gracias a sus importantes aportes tecnológicos, experimenta una suerte de reposicionamiento en el mercado que esperemos sea positivo en el futuro.
El principal error que Polaroid cometió es estancarse en las ideas. En su momento, la invención de la cámara fotográfica instantánea fue innovadora y revolucionó la industria de la fotografía, pero no estaba destinada a perdurar el éxito en el tiempo cuando empresas más experimentadas de la competencia se adaptaban a los cambios del mercado.
La fotografía instantánea sin duda marcó un antes y un después en la industria, porque la innovación respondió a una viva necesidad de los consumidores de eliminar los tiempos de espera para obtener una fotografía revelada. La hija del propio inventor se lo hizo saber y escuchó sus necesidades.
En esto radica la importancia de conocer a los clientes, pero debe realizarse como una práctica constante porque las necesidades cambian, y las empresas, si desean permanecer en el mercado, deben adaptarse a esos cambios y nuevas necesidades de los consumidores. De lo contrario, tienden a estancarse y ser superadas por la competencia, como finalmente le sucedió a Polaroid.
<<<El caso Nokia: Caída y ascenso>>>
En palabras finales, el caso Polaroid, al igual que otros que hemos analizado, pone en relieve a una empresa con ideas innovadoras que supo llevar a la práctica de manera exitosa, casi inesperadamente, superando ampliamente sus expectativas de aquel momento. Sin embargo, el éxito quizá fue tan abrumador que no detectaron cuando comenzaba a desvanecerse de a poco.
Ese error ingenuo de no anticiparse a las necesidades de las personas permaneciendo indiferente ante las principales tendencias del mercado en la industria fotográfica fue lo que produjo que hoy prácticamente no se hable de Polaroid. Si bien la compañía continúa vigente y ha logrado adaptar su marca a requerimientos fotográficos y tecnológicos básicos para la era digital, aún le resta un largo camino de aprendizaje para conocer mejor a sus clientes y mantenerlos satisfechos.