Probablemente seas usuario de alguna de todas las redes sociales que se encuentran en la web: Twitter, Facebook, Instagram, Telegram, Linkedin, son algunas de las más utilizadas hoy en día, y continúan sumando adeptos a todas horas. Además de ellas, existen muchas otras que, dependiendo los públicos e intereses, se adaptan a los gustos de los consumidores.
Las redes sociales datan su existencia desde principios de los 2000 y cada día evolucionan más, adaptándose al contexto, a los usuarios y a sus requerimientos. En este artículo venimos a contar sobre una de las redes pioneras, MySpace, que tuvo un breve período de mucho éxito pero no supo mantenerse competitiva para lograr el posicionamiento necesario.
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Esta red social, que a decir verdad en español no ha tenido el éxito que tuvo en su país de origen, Estados Unidos, nació en el año 2003, creada por Tom Anderson y Chris DeWolfe, con el objetivo de comenzar a formar una comunidad virtual que suplante a las páginas webs. Fundada un año antes que Facebook, esta empresa es un ejemplo a tener en cuenta cuando mencionamos la importancia de la adaptabilidad para mantener la competitividad.
Pensar hoy en día en el funcionamiento de una red social y sus objetivos puede resultar simple, ya que estamos inmersos en el mundo virtual. Pero nos imaginemos que en los comienzos de estas, lo único que existían eran páginas webs y foros de intercambio, por lo que la innovación de las redes y sus proposiciones de crear comunidad a los usuarios, era una gran novedad.
Para dimensionar su auge y caída mencionaremos estos datos: en el año 2005, MySpace fue vendida a uno de los magnates de la comunicación en Estados Unidos, Murdoch, por 580 millones de dólares y en 2011, este magnate, la vendió por sólo 35 millones de dólares.
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En 2006 MySpace fue más visitada que Google, esto da una idea de la magnitud y presencia en la web que la red social tenía. En ese momento, era un concepto novedoso en la red que fomenta el intercambio entre usuarios generando comunidad. Dejando de lado las simples webs, donde los usuarios solo podían ingresar a ver el contenido, a lo sumo los foros donde mediante comentarios compartían opiniones, la experiencia de MySpace llegó a revolucionar el mundo de la comunicación virtual.
Paralelamente a MySpace comenzaron a surgir nuevas redes sociales, y como generalmente sucede, la caída de esta se da en el momento en que otras comienzan a tener éxito. Los usuarios, que son quienes dan vida a estas plataformas, tienen preferencias, exigencias y esperan tener buenas experiencias al momento de ingresar a una nueva plataforma. Evidentemente, ellos son quienes eligen en dónde estarán sus datos y donde no. Cuando una nueva red surge, probablemente sea novedosa y tenga mucho atractivo, si las demás que ya existen no tienen la destreza suficiente para adaptarse a los nuevos momentos y requerimientos de los consumidores, muy probablemente ellos desistan de su uso por tener mejores opciones para elegir. Este fue el caso de MySpace.
Esta red social pasó de ser un espacio de intercambio, en sus inicios, a un mero repositorio de información. Su valor cayó abruptamente y no se generaron acciones de adaptación que le permitieran continuar estando en el top de las webs más visitadas de internet, incluso habiéndole ganado a Google.
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Seguramente, como la mayoría de las personas, has creído que MySpace ya no existía más. Y es que su presencia en internet es tan baja que casi no es registrada por los usuarios. La realidad es que esta red continúa existiendo, ha implementado varios cambios y hoy en día apunta a ser una red social dedicada a la música, donde los usuarios pueden acceder a contenido relacionado con ello, desde canciones a notas de sus bandas favoritas.
Cuando MySpace regresó a posicionarse, en 2013, pero esta vez desde el lado de la industria musical, funcionó y fue una innovación importante en la nueva forma de consumir música, hasta que llegó Spotify. Nuevamente vemos que no está a la altura del contexto y sus demandas. Esta empresa invirtió en mejores experiencias para los usuarios y la desbancó por completo del plano. Otra vez, MySpace, queda disminuida por no adaptarse a lo que el contexto y los usuarios requieren.
Si bien nosotros no podemos afirmar que sea por la falta de adaptabilidad al contexto virtual en el que hoy estamos inmersos, sí podemos decir, por ejemplo, que crear un perfil en esta red no es sencillo. Y seguramente esta es otra de las razones por las que continúa sin poder llegar a la masividad que buscan las redes sociales.
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Tener en cuenta que toda empresa que genere experiencia a los usuarios, o brinde servicios más que productos, necesita estar optimizada para lograr brindar buena calidad de su uso a los consumidores es un punto clave. Como dijimos antes, el usuario es quien decide y elige en dónde va a dejar su datos y mediante qué plataformas va a compartir información: si la experiencia que se le brinda es desde una web que no genere confianza ni facilidades de uso, muy probablemente decida migrar a una nueva.
El hecho de tener una empresa digital o tecnológica no exime a las mismas de adaptarse a los usuarios, al contrario, son las primeras que deben estar a la vanguardia de las tecnologías para captar primero a los clientes.