La Primera es una pyme cordobesa, pionera en producir leche de cabra en polvo y larga vida del país. Tienen 350 bocas entre distribuidoras mayoristas, comercios y supermercados regionales y nacionales y están presentes en 12 provincias. Es la primera pyme de la provincia del rubro lácteo en lograr una certificación como empresa sistema B, y actualmente está en proceso de certificación orgánica a través de la consultora Letis.
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Esta certificación es muy importante y marca un precedente para las pymes cordobesas que se están involucrando más en construir modelos de negocios sostenibles que reduzcan el impacto ambiental. De esto se trata básicamente el objetivo que persiguen las empresas B, como La Primera. Las empresas con sistema B son sin fines de lucro y tienen una orientación social ambiental.
En el caso de La Primera, su modelo de negocio se caracteriza por ser de impacto, ya que busca equilibrar la actividad empresarial con las cuestiones del entorno social y ambiental. En este nuevo caso de estudio, vamos a conocer un poco sobre lo que llevó a los fundadores de La Primera a crear la empresa, resignificando el modelo de negocio lácteo. Descubre el caso La Primera.
La Primera se fundó entre 1997 y 2007 vinculando a productores independientes de agricultura familiar del norte del departamento Cruz del Eje. Su preocupación inicial fue la incorrecta alimentación de los niños, lo que derivó en un estudio de mercado para determinar la posibilidad de elaborar su propia leche de cabra que les proporcionara una solución alimenticia natural y de calidad.
En aquel momento, su primer gran desafío fue diagramar la recolección en una región sin señal para celular ni energía eléctrica, y por si esto fuera poco, sin agua potable. A partir de allí, se realizó un programa de capacitación en buenas prácticas de ordeñe, a fin de conseguir materia prima correspondientes a las necesidades del mercado nacional e internacional.
En 2000, la empresa junto a un grupo de productores y técnicos del Ministerio y Agricultura y Ganadería de la Nación, comenzaron el armado de una cuenca lechera, situada en el noroeste de la provincia de Córdoba. Para 2002, ya se habían definido los circuitos de recolección, en donde se involucraron 90 familias productoras de cabritos y de leche residual, que encontraron en la producción de leche una fuente de ingresos estable.
En 2008, lanzaron a la venta por primera vez la leche en polvo, parcialmente descremada y entera; en 2019, pusieron a la venta leche larga vida y posteriormente, dulce de leche. Actualmente, tienen su oficina de comercialización y distribución en Villa Allende, en la que trabajan 15 colaboradores, pero además están involucradas 200 familias rurales en la fabricación de productos lácteos caprinos.
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La empresa produce alimentos de origen natural y son de mayor efectividad a corto, mediano y largo plazo para el desarrollo humano, ya que la leche de cabra posee altos valores nutricionales y terapéuticos, solo superada por la leche materna. Para las personas con problemas gástricos con intolerancia a la lactosa, la leche de cabra y sus derivados resulta un producto muy beneficioso por el equilibrio entre sus componentes para el organismo.
La gente que hace posible todo el trabajo en la cadena de producción sabe que sus valores de marca están dirigidos a una gran participación de productores rurales caprinos que se preocupan por brindar un producto de calidad para satisfacer las necesidades de miles de personas con problemas nutricionales y pediátricos que rechazan a los lácteos convencionales.
Sobre sus productos lácteos, Juan Ruiz, socio gerente de La Primera, afirma que están elaborados con leche de cabras pertenecientes a rebaños de productores independientes. Para el procesado, utilizan un sistema de recolección manual de leche residual de cabra de libre pastoreo durante las horas nocturnas. Esto significa que se alimenta primero al cabrito y luego se extrae la leche manualmente para la industrialización.
El hecho de que las cabras sean alimentadas con pasturas autóctonas y frutos del monte también contribuye a mejorar la calidad de la leche. Entre las propiedades nutricionales más destacadas, son las proteínas, vitaminas A, D y B2 e hidratos de carbono las que aportan mayores cantidades de energía para que las personas puedan mantenerse vitales todo el día.
Además, las cabras al tener glóbulos grasos más pequeños que las vacas la leche es más digerible que la de vaca y ayuda en el tratamiento de la anemia por su alto nivel de hierro
Ruiz asegura que La Primera al convertirse en una empresa B sigue un movimiento que visibiliza una metodología de trabajo disruptiva, en donde se plantea objetivos de sustentabilidad estratégicos que abarcan todas sus actividades. Esto permitió que el negocio de la leche de cabra sea cada vez más rentable.
Si al principio se recolectaban 500 litros semanalmente, hoy en día se están juntando 3 mil litros por día, los 365 días del año. Para mantener esta actividad constante, el proceso de producción de la leche es clave. Este comienza con la cría de cabras con alimentación natural, generalmente pasto, para que estén sanas y produzcan leche más saludable. Los que realizan este trabajo son los productores independientes.
Una vez que se han ordeñado las cabras y almacenado la leche en recipientes, el recolector de leche la traslada a la planta, donde tendrá lugar el procesado. Durante la recolección, los productores llevan la leche en baldes y vacían el contenido en contenedores más grandes colocados en el vehículo. Allí se trata de separar las partículas más grandes para evitar el filtrado de las bombas.
El proceso productivo de la leche en polvo finaliza cuando reciben las bolsas de 25 kg. de leche en polvo, las almacenan en el depósito de materia prima, luego derivan estas bolsas a fraccionar a la sala de fraccionado, donde se obtienen bolsas de 250 gramos, y desde allí pasa para la zona de envasado y embalaje. Allí se termina de armar el producto realizado.
En la planta de fraccionado de Alimentaria Caprina, es muy importante cumplir con todos los requisitos de protección personal y también de higiene para mantener la inocuidad y la calidad del producto, que es un pilar fundamental para una empresa de productos lácteos que está rompiendo paradigmas de nutrición y calidad para el cuidado de la salud.
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En palabras finales, el caso La Primera no solo es una pyme en crecimiento que ha logrado una importante certificación como empresa sustentable de sistema B, sino que en su trayectoria histórica ha superado desafíos no menores, como conseguir a los productores de cabras compatibles con su modelo de negocio, para convertirse en una empresa láctea diferente, despegándose de la línea de productos tradicionales procedentes de la leche de vaca.
Al analizar el mercado en profundidad, descubrieron que un segmento de la población es cada vez más intolerante a la lactosa de la leche de vaca, por lo que la leche de cabra se convirtió rápidamente en la alternativa de comercialización en masa más saludable y nutritiva para las personas, y más rentable para la organización.