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Principios de la gestión de calidad

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 29/12/21 14:00

Los principios universales de la gestión de calidad están establecidos por el Estándar Internacional para Organizaciones (ISO) que ha estado desarrollando principios rectores para proteger a las empresas de errores fatales, desde su fundación en 1947. ISO 9001 es el nombre de su modelo de Estándares del Sistema de Gestión de Calidad (QMS), que se introdujo en 1994.

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Los principios establecidos por la ISO 9001 fueron inventados en la década de 1990 por un grupo de expertos, quienes los crearon utilizando las enseñanzas filosóficas y el conocimiento empresarial del siglo anterior. En este artículo, nos proponemos indagar la naturaleza de cada uno de estos principios de la gestión de calidad.

  1. Enfoque en el cliente.
  2. Liderazgo.
  3. Participación de las personas.
  4. Enfoque basado en procesos.
  5. Enfoque sistemático de la gestión.
  6. Mejora continua.
  7. Enfoque práctico para la toma de decisiones.
  8. Relaciones con proveedores mutuamente beneficiosas.

 

1. Enfoque en el cliente.

El primer principio, y posiblemente el más importante, sostiene que una empresa no existiría sin sus clientes. Por lo tanto, las organizaciones deben esforzarse por comprender a sus clientes actuales y futuros, con el fin de cumplir mejor con sus requisitos y expectativas. 

Los beneficios clave de cultivar buenas relaciones con los clientes incluyen una mayor participación de mercado y un aumento de los ingresos, así como una mayor lealtad del cliente. Si se considera que comprende y reacciona adecuadamente a la demanda de los consumidores, el éxito de tu negocio está prácticamente garantizado, por lo que vale la pena prestar mucha atención a este principio. 

2. Liderazgo.

Este principio ensalza las virtudes de un liderazgo fuerte, decidido y unificador. Los líderes son responsables de crear un entorno empresarial productivo y progresivo. También se encargan de que las futuras contrataciones mantengan ese ambiente. 

La implementación de este principio en tu lugar de trabajo se basa en tener una visión establecida para el negocio, así como contar con los líderes adecuados para promover esa visión al resto del equipo. Dedicar algo de tiempo a hacerlo bien desde el principio te ahorrará tiempo y estrés en el futuro. 

3. Participación de las personas.

Así como tu empresa no estaría en ninguna parte sin una base de clientes, tampoco llegaría muy lejos sin un equipo equilibrado y con múltiples habilidades. Los colaboradores en todos los niveles de la organización son cruciales para su éxito, y este principio consiste en reconocerlo. 

Como empleador, es vital asegurarse de que tu equipo esté motivado y comprometido, no solo en sus responsabilidades diarias, sino también en la empresa en su conjunto. Para que esto suceda, el personal debe comprender la importancia de su función y cómo encaja en los objetivos más amplios de la empresa, así como asumir la responsabilidad de cualquier problema que pueda impedirles hacer su trabajo de la mejor manera posible. 

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4. Enfoque basado en procesos.

Un enfoque basado en procesos puede ayudar a las empresas a evitar problemas logísticos que a menudo se derivan de la confusión sobre la forma correcta de hacer las cosas. También prepara tu negocio para el futuro, ya que tener procesos establecidos garantiza que no haya un momento de pánico cuando un miembro clave del equipo avanza, dejando a todos en la oscuridad sobre los elementos clave de su trabajo.

El desarrollo de procesos para cada área de tu empresa, desde las ventas hasta el marketing, desde las finanzas hasta los recursos humanos, garantizará que los recursos se utilicen de la manera más eficaz, lo que se traduce en resultados rentables y consistentes. También te permite dedicar tiempo y atención a tareas más importantes y emocionantes.

5. Enfoque sistemático de la gestión.

Este principio está vinculado al anterior y sostiene que identificar, comprender y gestionar los procesos mediante un sistema claro ayudará a agilizar tu negocio. Al asegurarse de que los miembros del equipo dediquen la cantidad adecuada de atención a las tareas clave, eliminarás el tiempo perdido y harás que tu negocio sea más eficiente. 

Un enfoque sistemático también permite que todos tengan acceso a todas las etapas de ciertos procesos y se mantengan al día con el progreso. Además, se ve muy bien para nuevos clientes potenciales cuando tu negocio está organizado. Ganar-ganar. 

6. Mejora continua.

Como dice el viejo adagio, si no vas hacia adelante, vas hacia atrás. Una empresa siempre debe buscar mejoras, porque si no lo hace, puede apostar a que sus competidores lo harán. 

El progreso continuo es un objetivo permanente de cualquier organización exitosa. Echa un vistazo a las 10 organizaciones más prósperas del mundo y puedes garantizar que tienen equipos completos dedicados a garantizar que siempre estén un paso adelante. El compromiso con la mejora continua también te permite ser el líder del mercado, ya que serás quien establezca la agenda, en lugar de ponerse al día con tus competidores. 

7. Enfoque práctico para la toma de decisiones.

Este principio establece que las decisiones efectivas se toman con base en un análisis racional de los datos. Si bien un presentimiento puede ser útil en algunas situaciones, realmente no se mantendrá cuando le expliques a tu junta de inversores por qué tus ganancias han bajado este año.

Antes de tomar cualquier decisión comercial, ya sea grande o pequeña, asegúrate de tener todos los datos basados en hechos. De esa manera, si alguna vez te preguntan por qué tomaste una determinada decisión, o si te piden que demuestres cómo esa decisión beneficia a tu negocio, tendrás todos los datos a tu alcance a los que recurrir. Este principio también se basa en tener acceso a datos confiables y precisos, otro aspecto vital para una empresa moderna.

8. Relaciones con proveedores mutuamente beneficiosas.

Ya sea que tu empresa proporcione bienes o servicios a los clientes, es probable que dependas de algún tipo de proveedor. Este principio dicta que las relaciones entre tu empresa y cualquier proveedor deben ser mutuamente beneficiosas para agregar valor a ambas partes. 

Les permite a ambos reaccionar de manera más rápida y flexible a las demandas de los clientes si las cosas son fluidas y armoniosas entre ustedes, además de facilitar la negociación de costos. 

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En pocas palabras, la aplicación de los principios de la gestión de calidad no solo aporta beneficios directos sino que realiza una importante contribución de la gestión de costos y riesgos. Además, favorece la mejora continua a nivel global del funcionamiento de tu empresa, en pos de la satisfacción del cliente y de las personas involucradas.