Trabajando de forma digital, como con procesos de render y diseño, muchas veces es difícil mostrarle al cliente los avances. Y es que al no haber nada físico que mostrar, puede ser desafiante. En procesos digitales se puede tener temor (a veces con razón) a que el cliente quiera hacer cambios constantes.
Es por ello que es importante ir mostrando el avance durante el proceso. Este proceso debe estar delimitado y formalizado, e incluir al cliente. Para poder lograrlo con éxito debes definir parámetros, puntos de opinión del cliente, y la naturaleza y número de modificaciones posibles a un proyecto o trabajo.
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Si se tiene un input constante, definido y parametrizado, podrás llegar a un producto terminado que no necesite mayores modificaciones una vez presentado.
En muchas ocasiones en los contratos de diseño, el arquitecto o profesional de diseño "hereda" un diseño preliminar producido por el propietario, que, en realidad, puede variar de conceptual a un diseño detallado casi completo. El profesional es responsable de adoptar y completar el diseño de acuerdo con las especificaciones de rendimiento.
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Todos los errores existentes, suposiciones incorrectas y errores en el diseño heredado se convierten en una responsabilidad para este. Los criterios de rendimiento del propietario pueden estar en muchos niveles diferentes, que van desde extremadamente prescriptivos hasta expresar sólo los requisitos funcionales muy básicos. El profesional luego completa el diseño del esquema. Es importante en esta instancia entender los requisitos del cliente detalladamente, y manejar las expectativas de qué es posible y qué no, para evitar problemas futuros.
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Aquí te dejamos los pasos que te ayudarán a optimizar adecuadamente el proceso de diseño, renderizado y aprobación. Una parte importante de esto es diseñar el proceso de manera que equilibre el trabajo del profesional y el input del cliente, de manera que se pueda trabajar de forma fluida y ordenada, evitando la mayor cantidad posible de reprocesos.
La programación arquitectónica es la evaluación exhaustiva y sistemática de los valores, objetivos, hechos y necesidades interrelacionados de tu cliente y la comunidad circundante. Ten en cuenta que un proyecto bien concebido conduce a un diseño de alta calidad.
La programación es cuando te reúnes con tu cliente para discutir todas sus necesidades y deseos para su proyecto en particular. Durante la programación, debes recopilar información sobre el sitio de construcción o la obra existente (si está remodelando). En este momento, el propietario y tú comenzarán a formar una relación coherente y un concepto compartido para la obra final.
Aquí se define el alcance, las características, el propósito y la funcionalidad de la construcción. Junto con tu cliente, desarrolla y define una "visión" para el proyecto. Como arquitecto debes guiar a tu cliente a través de un ejercicio de "programación" esto te ayudará a explorar las necesidades de aquellos que vivirán, trabajarán o jugarán en el espacio que tu crees.
En ese ejercicio pídele a tu cliente que considere lo que desea, tanto estética como funcionalmente, de su proyecto. ¿Cuál es el plazo? ¿Cuáles son los requisitos de espacio interior y exterior o los movimientos e interacciones probables de quienes vivirán y visitarán? Las respuestas a estas y otras preguntas proporcionarán información sobre los usos y las condiciones de vida; ideas que luego utilizarás para diseñar.
Es el momento de captar lo que tu cliente desea, y proponer un diseño que se adapte, dentro de las posibilidades, lo más cercanamente a ese deseo. No prometas lo que luego no podrás cumplir.
Una vez que los requisitos del proyecto se determinan a través del proceso de programación, comienza la fase de diseño. Aquí debes dar forma a la visión del cliente a través de dibujos y proporcionar una evaluación preliminar del programa, el cronograma y el presupuesto de construcción desarrollado en la fase previa al diseño. Prepara dibujos de diseño esquemáticos que ilustren el proyecto para la revisión con el cliente.
La fase de diseño esquemático comienza con bocetos aproximados. Los diseños presentan el programa en el sitio y abordan el cronograma y los requisitos de presupuesto de construcción. Los aportes del cliente en esta fase es vital, ya que te permitirá obtener los primeros atisbos para luego lograr una visión más definida. Es importante establecer un proceso claro de toma de decisiones durante esta fase.
A medida que avanza en la fase de diseño esquemático, el cliente podrá ir observando cómo su idea se vuelve más definida. Asegurate de tener un medio o plataforma que le de soporte a tu proceso, para que puedas trabajar de forma clara y ordenada.
Una vez aprobado por el cliente, los sorteos en esta etapa suelen ser suficientes para iniciar cualquier proceso de revisión del entorno.
El comienzo del desarrollo del diseño es una extensión lógica del diseño esquemático. En esta fase, debes traducir el diseño de un proyecto del ámbito de las ideas a la forma física. Las tareas se basan en el diseño esquemático aprobado para alcanzar un nivel de integridad que demuestre que el proyecto se puede construir. Debes superponer el diseño esquemático con información más detallada que obtendrás de los miembros del equipo.
A lo largo del desarrollo del diseño, es importante evaluar cómo los sistemas, la selección de materiales, la estructura preliminar y los detalles reflejan el concepto de diseño esquemático. El equipo de diseño debe resolver problemas detallados de coordinación, mientras mejora el proyecto, de modo que no se necesiten revisiones importantes durante la documentación de la construcción o, peor aún, durante la construcción. En este punto, debes prepararte para escalar planos de planta y elevaciones de edificios para su revisión y aprobación inicial.
Esta es una parte emocionante del proceso donde los sueños del cliente se desarrollan en la forma tridimensional. Aunque su participación llevará tiempo y se deben tomar numerosas decisiones, trabajar con tu cliente debe ser una experiencia divertida y gratificante. Debes alentarlo revisar tus planos, a vivir virtualmente en ellos, en diferentes momentos del día.
Pasar un tiempo considerable definiendo el diseño ahora, durante las primeras etapas del proceso, ahorrará tiempo y posibles cambios costosos más adelante. Como nota de precaución, los cambios significativos realizados después de la aprobación del diseño por parte del cliente, durante la fase de dibujo de la construcción, pueden justificar tarifas adicionales.
Asegurate de ser claro con el cliente en este respecto, y define detalladamente a partir de qué punto o nivel de complejidad del cambio habrá costos adicionales. Recuerda, un proceso claramente definido y formalizado ayuda con esto. ¡No te olvides de llevar todo registrado y detallado!
Continuando con el proceso de diseño, el arquitecto prepara dibujos adecuados para la presentación de permisos y la construcción, que se denominan dibujos de construcción. Estos dibujos son un instrumento para comunicar el proyecto a quienes participarán en la construcción; allí debes establecer los parámetros para el proceso de construcción.
Debes producirlos en una escala mayor y describir, en detalle, los componentes que deben fabricarse y ensamblarse para poder construirlo. Las tareas incluyen desarrollar las elevaciones restantes y comenzar el análisis estructural en relación con la arquitectura. Durante esta fase, interactuarás con consultores (ingeniería, diseño de interiores, paisaje, iluminación, HVAC, etc.) asegurando un conjunto completo coordinado para la construcción.
En esta etapa estarás presentando un producto terminado. Es imprescindible que la visión del proyecto se adecue a la visión del cliente, que a su vez, debes adecuar al presupuesto y a la realidad.
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En resumen, para poder lograr todo esto debes formalizar y definir el proceso de especificaciones y modificaciones de parte del cliente. En otras palabras, debes especificar dentro del proceso dónde necesitas que tu cliente te brinde información, dónde debes obtener un feedback y dónde vas a poder mostrarle al cliente el avance del diseño. Recuerda que siempre debes definir con el cliente una cantidad exacta de modificaciones, ya que así evitarás estar eternamente en etapa de diseño.
Si lograste seguir un proceso ordenado, incluiste a tu cliente y fuiste claro con él desde el principio, no deberías necesitar realizar modificaciones grandes. Y si de cualquier manera el cliente te pide hacerlo, tendrá en claro si esto significará un costo adicional.
Para ello es necesario que formalices tu proceso de diseño.